La falta de fertilizantes y semillas mejoradas en municipios agrícolas, que durante la temporada de cosecha provocó una reducción en la producción de alimentos, ahora representa inseguridad alimentaria para miles de familias en el campo.
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Con preocupación, Rafael González, de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) señala que el Programa de Entrega de Fertilizantes no llegó a cientos de poblados, a los se debían enviar diversos productos para mejorar las cosechas.
En tanto, miles de familias campesinas están sobrellevando las consecuencias de la falta de una política integral de producción de alimentos, que a criterio del líder campesino, debían tener como principio fundamental una estrategia de seguridad alimentaria.
«Antes de pensar en entregar bolsas con comida para unos cuantos días, los gobernantes deberían pensar en la seguridad de las familias campesinas que viven de sus propias siembras», señaló.
Uno de los principales cuestionamientos sobre los que CNOC basa sus denuncias, fue el clientelismo político y el mal uso de los fondos destinados a la compra de los fertilizantes, ya que según esa organización, en los departamentos de Totonicapán, Chiquimula, Alta y Baja Verapaz se pagaron favores políticos a cambio de sacos de fertilizante.
Consecuencias
Luego de una época de cosechas que resultó complicada para varios agricultores, por la falta de fertilizantes, semillas, herramientas y, especialmente por la falta de tierra y financiamiento, las consecuencias se observan en la seguridad alimentaria de los pueblos.
Al respecto, la Convergencia de Organizaciones Mayas Waquib´ Kej, señala que las familias que destinan los cultivos para el comercio, verán menos ganancias y con ello tendrán que enfrentar la creciente inflación de precios.
En cuanto al cultivo de subsistencia, éstas destinarán una menor cantidad para su consumo, provocando reacciones negativas en la población.
Pese a no tener información cuantitativa sobre la producción y cultivo de alimentos, las organizaciones campesinas consideran que los efectos impactarán a la mayor parte de la comunidad indígena dedicada a la agricultura.
Los datos sobre la productividad los conserva en su mayoría el Ministerio de Agricultura (MAGA), entidad a la que llegan denuncias por la falta de atención en programas de fertilizantes y semillas.
El ex ministro de Agricultura, Raúl Robles, reconoció que la compra de fertilizantes fue insuficiente para dar cobertura a todos los campesinos, de tal forma que lo ideal sería comprar tres millones de potenciador, y no reducir la repartición a un programa.
Hasta el cierre de esta edición, la Oficina de Comunicación MAGA no había proporcionado la información requerida sobre los fertilizantes.