Simón Bolí­var, un ejemplo de lucha II


El 7 de agosto de 1819 triunfó en la batalla de Boyacá, otro triunfo de gran importancia tuvo lugar en el Pantano de Vargas.

í“scar Enrique Alvarado S.

El Armisticio de Trujillo que reguló el final de las hostilidades fue firmado en 1820, pero el gobierno liberal establecido en España que renovó el constitucionalismo como consecuencia del triunfo de Rafael de Riego, a pesar de ello España se negó a reconocer el triunfo de sus colonias.

El 24 de julio de 1821 Bolí­var derrotó a Miguel de la Torre en la batalla de Carabobo dando la independencia a Venezuela. Antonio José de Sucre siguiendo órdenes de Bolí­var triunfó en la batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822, obteniendo su libertad, la presidencia de Quito y su incorporación a la Gran Colombia.

El 26 y 27 de julio del último año citado Bolí­var se encontraba en Guayaquil, a ese lugar llegó José de San Martí­n, Protector del Perú, sosteniendo los dos jefes una entrevista, la que apresuradamente abandonó San Martí­n.

En 1823 el presidente Monroe de los Estados Unidos dio a conocer la que con el paso de los años serí­a la famosa Doctrina Monroe «América para los americanos», rechazando toda intromisión de las potencias europeas en los asuntos de América.

El 6 de agosto de 1824 Bolí­var derrotó al jefe realista José de Canterac en Juní­n. El 9 de diciembre del mismo año el virrey La Serna fue derrotado por Sucre en la batalla de Ayacucho, terminando así­ el dominio español en América, quedando reducida su presencia en algunos pocos lugares.

El Alto Perú o Charcas logró su independencia en el Congreso de Chuquisaca en agosto de 1825. El nombre de Bolivia proviene de Bolí­var que fue presidente del paí­s.

Siempre han existido admiradores del gran Libertador, así­ como un pequeño grupo de personas que le tuvieron pocas simpatí­as. Intentó establecer formas polí­ticas novedosas de gobierno con escasos resultados. Al regresar a Colombia dejó el mando de Bolivia en Sucre y del Perú en Andrés Santa Cruz.

El ideal unionista de América casi no tuvo éxito pues al Congreso de Panamá en 1826 solamente asistieron México, Centroamérica, Perú y Colombia. Existe una investigación de dicho congreso convocado por Bolí­var y la destacada actuación de nuestros representantes.

En los últimos años de la vida de Bolí­var hubo un complejo problema de anarquí­a en los nuevos paí­ses, incluso otro intento para asesinarlo, habiéndolo salvado su amiga Manuela Sáenz, también la desintegración de la Gran Colombia, separándose Venezuela y Ecuador. Su más leal colaborador, Antonio José de Sucre fue asesinado. Bolí­var falleció cerca de Santa Marta, Colombia en 1830, sus restos mortales fueron trasladados a la Catedral de Caracas, actualmente descansa en el panteón de Caracas, en medio de la admiración de su pueblo.

Para muchos es el mayor héroe de la América Hispana, aunque algunos le critican su actitud para con el jefe Francisco de Miranda, quien sufrió cárcel y su fallecimiento al ser privado de la libertad.

Algunos aspectos generales que es importante resaltar: En la entrevista de Guayaquil quedó demostrada la nobleza de San Martí­n, al dejar la continuación de la campaña del Perú para que Bolí­var pudiera realizarla.

El Alto Perú o Charcas fue parte del Virreinato del Rí­o de La Plata, del cual se separó a pesar de las tres invasiones argentinas para atraerlo de nuevo. El Congreso de Chuquisaca lo llamó República de Bolí­var, después Bolivia. Al final de sus dí­as las adversidades le provocaron desilusiones. Mantuvo una prolongada amistad con Francisco de Paula Santander, amistad que lamentablemente terminó en 1828. Después Santander ocupó la presidencia de Colombia. Distribuyó tierras a los campesinos. Liberó a los esclavos negros. A diferencia de Jorge Washington quien logró la libertad de las Trece Colonias con la ayuda de miles de esclavos negros utilizados como soldados, sin embargo la esclavitud continuó en los Estados Unidos. Bolí­var predicó en contra de tan infame opresión. De 1826 en adelante Bolí­var intentó ayudar a los revolucionarios en Cuba, Brasil, y otros lugares en donde todaví­a existí­an gobiernos monárquicos. Fue un incansable escritor de cartas. Autor de proclamas como la que escribió en Cartagena en 1812. Le dio libertad a cinco naciones y fue presidente de tres paí­ses. Escribió una Constitución para Bolivia. Nuestro Premio Nobel de Literatura Miguel íngel Asturias le dedicó un hermoso poema.

Existen mapas de sus recorridos, de la expedición de Los Andes, y ya en el ocaso de su vida el formidable viaje desde Chuquisaca en 1825 en donde dicta decretos sobre instrucción pública, pasa por Tacná, Arica, Lima, se embarca para Guayaquil en 1826, Quito, Pasto, Bogotá, Rí­o Magdalena, Mompos, Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, San Pedro Alejandrino en donde falleció.