Aunque este gobierno lo niegue, ha sido uno de los más improvisados de los últimos 50 años, pues hasta los gobiernos producto de los golpes de Estado, tenían más definido su plan de gobierno. Además de improvisado es uno de los más ignorantes en cuanto a lo que se ha hecho y lo que se ha dejado de hacer en el país.
Cuando regresó de Colombia el presidente Colom, vino con la novedad de que allá el presidente hacía giras presidenciales y que el había participado en una para aprender como era esa innovación en la manera de gobernar. Uno de los voceros trató de sacar la metida de pata del Presidente, agregando que aunque en Guatemala se habían iniciado con Berger, el Presidente pensaba hacerlas de manera diferente.
Como ven, el que trató de sacar una metida de pata, lo hizo con otra metida de pata mucho mayor, pues las giras presidenciales no las inició Berger, sino que fueron establecidas formalmente por el gobierno del general Arana, que visitó los 326 o 327 municipios de esa época, entre 1970 y 1974.
Yo tuve la oportunidad de participar en la visita a unos cien municipios y puedo afirmar que las visitas aunque llenan un objetivo puramente emocional de lo que representa la visita del presidente y que oyó sus problemas de las comunidades, lo que se puede hacer es muy poco, pues la mayoría de las peticiones son intrascendentes y deben de ser resueltas a nivel autoridades locales, especialmente con todos los porcentajes del presupuesto que reciben las municipalidades en la actualidad.
En algunas giras del general Arana lo acompañó su esposa doña Alida, pero como primera dama lo que hacía era recorrer las poblaciones para platicar con las señoras de la localidad, mientras su esposo estaba en reunión con las autoridades locales, pues nunca se le vio de metiche en el trabajo de su esposo, pues comprendía que él era el funcionario y no ella.
Aunque no era metiche, siempre existen las excepciones, pues sentados en la cumbre de un cerro en los Cuchumatanes, preguntó que cual era ese pueblo que se veía hasta allá abajo en las planicies, que no tenía carretera; se le dijo que era Nentón y que efectivamente no tenía carretera, entonces dijo: Le voy a decir a Carlos que les haga una. Al poco tiempo Nentón contaba con una carretera que mandó a construir el general Arana.
Las giras presidenciales que son intrascendentes en cuanto a obras se refiere, son caras, pues hay que desplazar un voluminoso equipo de seguridad, alimentación, alojamientos, etc. por lo que la información que se recolectó durante la campaña debería ser suficiente para conocer las necesidades. Aparte de eso, los ministros pierden mucho su tiempo y regresan cansados, para continuar con las labores administrativas de su despacho, restándoles eficiencia en su trabajo.