Tres bombas artesanales estallaron la madrugada de hoy en la capital mexicana que causaron daños materiales pero sin dejar víctimas, informaron autoridades de la capital, que precisaron que se recibieron llamadas previas a las detonaciones, provocadas con sustancias de tipo gel.
Joel Ortega, secretario de Seguridad Pública del distrito federal, señaló a la prensa que los blancos fueron la sede central del Partido Revolucionario Institucional (PRI, oposición), el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) y una filial bancaria.
«Sí, son bombas de cinco kilos, con hidrogel, con pequeños relojes con alarma y con un artefacto para encenderlas (…), es un fertilizante que mezclado con diesel puede convertirse en un explosivo muy potente como lo vimos anoche», dijo más adelante Ortega a la emisora Televisa.
Explicó que el número de emergencia de la policía de la Ciudad de México recibió avisos de dónde estallarían los artefactos explosivos en cuatro puntos de la ciudad. Las explosiones ocurrieron de manera casi simultánea.
Un cuarto explosivo logró ser desactivado en otra sucursal bancaria, donde fue fácil de identificar, ya que se trataba de una caja con la leyenda «peligro, bomba».
«Hubo llamados para notificar dónde iban a estallar, lo que demuestra que la intención no era causar daños a personas», dijo el jefe policial al precisar que hasta el momento ningún grupo se ha adjudicado la autoría de las detonaciones.
En la sede del PRI, la detonación destruyó por completo la fachada de un auditorio del PRI y un busto del ex presidente Plutarco Elías Calles, fundador de ese partido.
«Son daños materiales graves, son daños simbólicos», dijo Carlos Rojas, vocero del PRI, que acudió a hacer un recorrido de las instalaciones de ese instituto político.
En el Trife, voceros confirmaron que el edificio que alberga las oficinas de las relaciones con la prensa registró serios daños en la parte de la fachada.
El banco donde estalló el tercer explosivo también sufrió serios daños materiales en sus instalaciones, mientras al menos 40 departamentos de una unidad habitacional cercana también registraron estallido de vidrios, se observó en imágenes transmitidas por televisoras locales.
Ortega añadió que las tres explosiones ocurrieron casi en forma simultánea y que la policía no halló mensaje alguno sobre reivindicación de los hechos en los lugares afectados.
Tras las explosiones, la policía realizó revisiones en la sede presidencial, distintas oficinas gubernamentales, la red de transporte subterráneo y las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña.