Legislativas plebiscitan polí­ticas de Bush en Irak


Oración. Estadounidenses rezan frente al Capitolio, en Washington D.C., previo a las elecciones legislativas, que se realizarán mañana.

Unos 200 millones de electores están convocados para decidir mañana si dejan al oficialismo republicano el control del Congreso estadounidense o si, por el contrario, dan la mayorí­a a los demócratas para que contrapesen controvertidas polí­ticas del gobierno de George W. Bush, especialmente en Irak.


La gestión de la «guerra contra el terrorismo», sobre todo en el frente iraquí­ donde la violencia sectaria va en aumento y las muertes de soldados estadounidenses aumentan mes a mes, así­ como temas de seguridad fronteriza, empezando por la polémica sobre el ingreso de inmigrantes ilegales al paí­s, serán dos de las cuestiones que estarán en la agenda de los votantes el martes.

Actualmente y desde 1994, cuando rompieron con 40 años de dominio demócrata en el Congreso, el Legislativo está dominado por el Partido Republicano de Bush.

Pero esa mayorí­a está amenazada por el avance de la oposición demócrata que, según las encuestas, podrí­a dar vuelta la pisada y hacerse con el control del Legislativo durante los últimos dos años de mandato del presidente.

La última encuesta sobre intención de voto, divulgada este lunes, señala que si bien los demócratas encabezan las preferencias de los electores, la diferencia con los republicanos se redujo.

El estudio del diario USA Today y la encuestadora Gallup señala que 51% de los probables electores indica que votará por los demócratas, mientras que 44% prevé hacerlo por los republicanos.

La diferencia se redujo respecto al 13% de hace dos semanas.

Este nuevo sondeo confirma los resultados de otros publicados el fin de semana por el diario The Washington Post y la cadena televisiva ABC, así­ como por el Instituto Pew, que señalaron una mayor intención de voto para los demócratas, pero también un acortamiento de las diferencias con los republicanos.

La guerra en Irak, donde en octubre el número de soldados estadounidenses muertos constituyó la cifra más alta desde enero de 2005 (103), es el tema de mayor preocupación para los votantes, según todas las consultas de opinión.

El fin de semana la condena a muerte en la horca de Saddam Hussein se convirtió en la última noticia desde el frente iraquí­, y Bush intentó capitalizarla de cara a las elecciones.

El «juicio marca un hito en los esfuerzos de los iraquí­es para reemplazar el papel de un tirano por el de la ley», dijo el mandatario el domingo al salir de su residencia en Texas para reanudar su campaña por las legislativas. Es un «importante logro» hacia la libertad de ese paí­s, añadió.

En algunas jurisdicciones del paí­s, también el voto latino podrí­a jugar un papel importante. Aunque los hispanos o latinos representan apenas 4% de la votación a nivel nacional, su voto podrí­a ser clave en zonas donde la cuestión migratoria se convirtió en centro del debate durante la campaña por las legislativas.

De 42,7 millones de personas que integran esta comunidad, cerca de seis millones pueden sufragar el martes, cifra récord para esta minorí­a en este tipo de comicios.

En total, cuarenta candidatos hispanos pugnan por un cargo en el Congreso, donde 25 legisladores son ya de ese origen, una proporción muy alejada de su peso poblacional, pero creciente.

El martes los votantes estadounidenses deberán elegir -o reelegir en algunos casos- a la totalidad de los miembros de la Cámara de Representantes (435 legisladores), así­ como a 33 de los 100 senadores. También están en disputa 36 puestos de gobernador de un total de 50.

Actualmente el Partido Republicano posee 230 de los 435 puestos en la Cámara, contra 201 de los demócratas (más un independiente que vota generalmente con ellos). Tres sitios se encuentran vacantes: dos debido a la dimisión de republicanos y uno por la de un demócrata.

En el Senado, los republicanos ocupan 55 de las 100 bancas, mientras que los demócratas 44, en alguna ocasión con el apoyo de un independiente.

Así­, los demócratas necesitan ganar 15 banacas adicionales en la Cámra de Representantes y seis en el Senado para tomar el mando del Congreso.