Publican diario de homosexual, que busca romper tabúes


El tí­tulo del diario í­ntimo de Nguyen Van Dung ya habla de por sí­: «Bong», una palabra de argot utilizada en Vietnam para designar a los homosexuales.


Su nombre quiere decir coraje, justamente el que necesitó el autor para explicar su vida en «el tercer mundo», una referencia en Vietnam no para los paí­ses en desarrollo si no para la comunidad gay y lesbiana.

Con 41 años, Nguyen Van Dung decidió desvelar todos sus secretos en un libro escrito con dos periodistas, después de 300 horas de entrevistas.

El diario, cuyo tono es excepcionalmente crí­tico para el paí­s comunista, suscitó una gran controversia, entre sus detractores y sus defensores. El autor, sin embargo, no cree que vaya a tener éxito.

En una sociedad patriarcal impregnada de costumbres confucianas, donde la homosexualidad es todaví­a un profundo tabú, los textos sobre sexo se hacen raros, pero todaví­a son más escasos los que hacen referencia a las relaciones entre los hombres.

Para Dung, es hora de cambiar las cosas.

«No quiero convertirme en famoso», explica. «Ser famoso quiere decir ser tristemente famoso, y el precio que se paga es muy caro. Pero para alcanzar mi objetivo, he tenido que sacrificar mi vida privada. No ha sido fácil».

Sus memorias fueron impresas a 2.000 ejemplares. Pero sólo el hecho de que se hayan publicado ya supone para mucho vietnamitas un signo de apertura, en una sociedad que está cambiando rápidamente.

Muchos homosexuales vietnamitas, explica Dung en su libro, viven con una profunda vergí¼enza, la de no responder a las expectativas de su sociedad, como casarse, formar una familia, crear un hogar y tener hijos.

«Si has nacido homosexual, poco importa que seas hombre o mujer, has nacido en mal momento, en el mal dí­a, en el mal mes, en el mal año, bajo una muy mala estrella», escribe.

De joven, Dung, con voz grave y un tatuaje en el brazo, era el rey de las chicas, cuentan sus amigos. Fue hace tres años cuando decidió revelar su homosexualidad.

«No podí­a seguir pretendiendo que querí­a a una mujer sólo para mantener la felicidad familiar», señala. «Eso habrí­a sido una tortura. No puedo vivir así­. No puedo ser otra persona, en lugar de mí­ mismo. No puedo herir a una mujer sólo para encubrirme».

Pero desvelar su homosexualidad en Vietnam no es fácil, continúa Dung, utilizando términos a veces violentos. «Tienes que ser muy valiente para robar un hijo querido a sus padres y devolverles una criatura deformada», confiesa.

«Antes pensaba que estaba enfermo», continúa. «Sólo ahora me doy cuenta de que los gays son gente normal en términos de salud e inteligencia. Somos sólo diferentes en términos de orientación sexual», concluye Dung.

En 2005, Dung comenzó a trabajar para una ONG financiada con fondos extranjeros, antes de crear su propia organización, «Green Pine» («Pino Verde»), ese árbol capaz de sobrevivir en las peores condiciones.