Uno o varios ladrones hicieron un agujero en una de las vidrieras de Marc Chagall de la catedral de Metz (este de Francia) para entrar en el templo del que finalmente sólo robaron unas medallas y anillos sin ningún valor, indicó hoy un responsable religioso.
La vidriera, realizada en 1963 por el artista francés, representa a Eva y la manzana en una escena del pecado original.
Según el canónigo Victor Scheidt, el ladrón o los ladrones que cometieron la fechoría el sábado por la noche eran muy delgados o muy experimentados en escalada, porque el agujero realizado en la vidriera era de sólo 65 por 35 centímetros y estaba situado a tres metros del suelo.
Una vez franqueada la cristalera del ala izquierda, el escalador tuvo que deslizarse por una repisa hasta llegar a una columna por la que bajó hasta el suelo, rompiendo a su paso varias esculturas en las que se apoyó, según la misma fuente.
El botín, robado de la tienda de la catedral, está compuesto de una treintena de medallas y anillos con un valor de entre 3 y 9 euros y dos coronas de latón de la Virgen y el niño Jesús, cerca de la pila bautismal.
«Afortunadamente todos los objetos de valor que tenemos se encuentran encerrados en la tesorería y en cofres bajo vigilancia», subrayó el canónigo Scheidt.
La policía científica ha tomado muestras, principalmente de un escupitajo que había en la vidriera dañada, cuya información genética será cotejada con la de los archivos de las fuerzas del orden.
En cuanto a la restauración de la vidriera, de un cristal amarillo muy especial, correrá a cargo del Estado, que es propietario del lugar.
La catedral Saint Etienne de Metz cuenta con las vidrieras más grandes de toda Francia (6.500 m2), siendo tres de ellas obra de Marc Chagall.