Unos sugieren normas que incitan la producción, circulación, distribución y consumo de bienes satisfactores de las necesidades humanas. Los otros son manipulados por experimentadas figuras públicas que poco favorecen el bien común y sí sus propios intereses; ahora comprometen a un Economista a dar respaldo a leyes tributarias que dificultarían el crecimiento económico base del desarrollo, y el otro es compelido a cooperar con un régimen político totalitario, en un convenio petrolero de cumplimiento inseguro, cuando su experiencia es la Integración Económica del Istmo Centroamericano. Con esto los señores Fuentes Knight y Rodas Melgar, están arriesgando su credibilidad de pensar y actuar con libertad y por tanto la de los egresados de las Ciencias Económicas.