Marte


En tus arenas rojas de polvo envejecido por estos caminos que nadie ha tocado, por estas coordenadas venidas de infinito, nació nuestra admiración por siluetas y paisajes difumados por el viento.


En el cráter Borealis perdido en tus entrañas vive nuestro amor por tu espí­ritu rojo deseando llegar al ciclo que gobierna nacer para morir y domina la existencia.

Más allá, nuestra tierra se deshace de humanos en guerras y llanto, batallas de hambre y dolor… Marte, en árido silencio que mutila el tiempo palpamos el interior helado de tu suelo, antiguo portador de agua que generó la vida de presentidos habitantes.

En planicies doradas que levanta el tiempo, en tu germen Viviente nació nuestro deseo de llegar a tí­, de tocar tu imagen en alas de movimiento.

En estas coordenadas de claridad bañadas, nació la pasión por tu antigua esfera.

Marte, planeta de sueños, cuarto mundo solar que inundará de fuerza un futuro caudal de conocimientos para el progreso imperial de esta doliente humanidad.