Congreso sigue sin tomar al «toro por los cuernos»


Los diputados al Congreso de la República iniciaron el segundo perí­odo ordinario de sesiones con una agenda llena de temas que han quedado pendientes desde el perí­odo pasado.

En una rutina acostumbrada, los diputados jefes de bloque volvieron a la carga normal de trabajo, eso porque van asentando las removidas aguas, por el escándalo financiero ante el desví­o millonario de Q82.8 millones propiedad del Estado.

Gabriel Herrera
lahora@lahora.com.gt

Ayer en reunión de jefes de bloque se unificaron nuevos criterios de trabajo, ahora centrarán su atención en la Ley de Libre Acceso a la Información. Pero para tomar otras decisiones y someter nuevamente su contenido a la opinión pública y privada.

Mariano Rayo, diputado Unionista, adelantó que un nuevo encuentro servirá para discutir el fondo y la forma de esa ley, de la que en el transcurso del tiempo se conocerá la cantidad de enmiendas que podrí­a sufrir dicha ley, a partir del 21 de agosto cuando la comisión dictaminadora discutirá abiertamente el tema durante un seminario.

Sin embargo, ya se pronostica fragmentación de criterios, debido a que cada bancada se llevó la opción de hacer sus propios análisis y su propia decisión, para decidir el futuro de contar o no con una ley que permita conocer sobre información pública y si debe o no abarcar a la iniciativa privada.

Cí­rculo

En una evidente costumbre parlamentaria, los grandes temas nacionales quedan desplazados. Con apenas seis meses de trabajo legislativo, los proyectos de ley trascendentales y de interés colectivo van quedando rezagados.

Al inicio de la legislatura, el pasado 14 de enero, los diputados reelectos se pusieron a la vanguardia. Se escuchó de ellos la postura enérgica de llevar adelante una nueva ley de armas y municiones, nueva ley para regular las empresas de seguridad.

Pero el desgarre de vestiduras no quedó allí­, los diputados y partidos, en un inicio fresco de labores gritaron a los cuatro vientos desde sus curules, la necesidad de una ley de desarrollo rural y hasta el jefe de bancada oficial, Mario Taracena, invocó la necesidad de limitar las plazas vacantes para favorecer a familiares de diputados.

En febrero, sobre la reforma a la ley del régimen interior, Mario Taracena decí­a: «la agarré de allí­, de cosas de fondo, la actualicé y hasta ahora va a entrar por primera vez […] [?] ni primos, ni parientes, ni nada que esté relacionado con el primero y segundo grado de consanguinidad»

Gastos

La función estricta del Congreso de la República de aprobar leyes, trasciende o se entrampa siempre en seminarios, llamados a cámaras o grupos de presión. El caso más reciente, el vivido con la ley de armas y municiones.

Los resultados son similares, el señalamiento contra el actual presidente de la comisión de Gobernación, de tener supuestos intereses en el negocio de armas y municiones. O que el sector privado ve afectadas sus posiciones. Con esos antecedentes, la ley de armas de nuevo empezó a quedar dormida.

Pablo Duarte, como tercer vicepresidente de la Junta Directiva, alegó en el pleno, en febrero, por la presentación de una nueva iniciativa de ley de armas. Sus comentarios polí­ticos rondaron en defectos como trasiego de armas, calibres permitidos, señalamientos contra el Partido Patriota, que presidieron la comisión de Gobernación en 2007, pero que tampoco lograron la aprobación de una ley de armas.

SEí‘ALAMIENTOS


En enero, Pablo Duarte se limitaba a señalar deficiencias o bondades de la Ley de Armas y Municiones, pero en seis meses no han aprobado nada. «El espí­ritu que queremos es que los ilegales que portan armas de fuego sean llevados a la cárcel y con penas severas».

Agregaba «Aquí­ hay alguien que no quiere que se capture a los delincuentes, que quiere que siga habiendo violencia, que haya pilotos muertos, porque eso significa inseguridad y entonces significa que yo soy muy bueno y yo la voy a corregir (la ley)».

Similar situación atravesó el entrampamiento de la Ley de Adopciones, que en sube y baja de la actividad de bloques, terminó influyendo más la presión internacional a través de una estructura de peso, incluidos en convenios internacionales, los que al final lograron que la ley pasara en el Pleno.

Ahora solo queda esperar largas horas de discusiones, tiempo invertido y probablemente gastos en hoteles y comidas, donde se pudieran desarrollar conversaciones entre sectores y diputados para discutir el contenido de algunas leyes futuras y de trascendencia, como ya ha ocurrido.