Periodista publica «Crónicas de guerra»


Una sede de Radio Venceremos, un baluarte de la lucha insurgente en El Salvador durante la guerra interna.

«Crónicas de Guerra» es el tí­tulo del libro escrito por Marvin Galeas, un periodista de la clandestina y desaparecida Radio Venceremos, que narra con emotividad los momentos de apremio y recrea con un estilo ameno jornadas alegres vividas en el fragor de la guerra civil de El Salvador.


Como testigo de primera fila en el frente oriental Francisco Sánchez, en el oriental departamento de Morazán, Galeas por estar a la par del mando del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), una de las cinco organizaciones guerrilleras de El Salvador, pudo conocer el desarrollo de casos emblemáticos de la historia.

«Estas páginas han sido escritas por alguien que odia la guerra precisamente porque la experimentó en carne propia», destaca en su contraportada la publicación.

Galeas, que presenta 108 crónicas con tí­tulos individuales, reconoce que el Frente Farabundo Martí­ para la Liberación Nacional (FMLN) «sonó» con la insurrección generalizada que jamás se produjo, por lo que se desvaneció la clásica idea de tomar el palacio presidencial, como ocurrió con la revolución sandinista de Nicaragua en 1979.

Desafiando los operativos del Ejército salvadoreño, Galeas llegó en marzo de 1982 al campamento de Radio Venceremos ubicado en el cantón La Guacamaya, en el departamento de Morazán, donde se unió a los venezolanos Carlos Henrí­quez Consalvi (Santiago), que era la apasionada y recia voz de la emisora, y a Hernán Vera (Maravilla), un cineasta que hací­a las veces de reportero.

Una de las más emotivas crónicas de Galeas, es la titulada «El cumpleaños del coronel», que recuerda cómo fue derribado el helicóptero en el que viajaba el viceministro de Defensa, coronel Francisco Adolfo Castillo, cuando en una acción «temeraria» intentaba «infundir ánimo» a la tropa que estaba sitiada por las fuerzas guerrilleras en la base de San Fernando.

Castillo sobrevivió al percance y fue tomado como prisionero de guerra.

El dí­a en que Castillo cumplió años, Galeas y Vera decidieron ir a visitarlo y le llevaron como regalo una «laja de dulce» artesanal elaborado en trapiches, lo cual era muy apetecido como «un manjar de los dioses», porque en los frentes de guerra no habí­a azúcar ni caramelos.

En el marco de una entrevista grabada, Galeas recuerda que derramaron lágrimas junto al coronel cuando al pedirle que enviara un mensaje a su familia el militar dijo: «a mi hija le pido que este dí­a toque en el piano la canción que tanto me gusta».

Galeas, que fue muy admirado en los frentes guerrilleros durante la guerra, en tiempos de paz ha sido cuestionado por algunos de sus antiguos camaradas por estar cercano al pensamiento de derecha y arremeter con agudeza contra las acciones realizadas por el FMLN.

«Todaví­a en 1979, yo no tení­a la menor idea de que un dí­a iba a enredarme en la historia de esta guerrilla, ser testigo de sus momentos de euforia y desastre, su auge, sus delirios de poder, sus acciones militares, su debacle y metamorfosis, hasta mi ruptura total y absoluta con uno de los más veleidosos grupos polí­ticos de nuestra historia», resume el periodista.

Con el saldo luctuoso de más de 75 mil muertos, más de 7 mil desaparecidos y pérdidas económicas oficialmente estimadas en 1 mil 579 millones de dólares, la guerra civil salvadoreña de doce años concluyó con la firma de acuerdos de paz entre gobierno y guerrilla el 16 de enero de 1992.