El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo hoy en Seúl que es prematuro eliminar al régimen norcoreano del «eje del mal» y pidió que se respeten los derechos humanos en Corea del Norte y China, aunque se negó a politizar los Juegos Olímpicos (JO).
Durante una conferencia de prensa realizada luego de una cumbre con su homólogo surcoreano Lee Myung-Bak, Bush lanzó un enérgico mensaje dirigido al líder norcoreano Kim Jong Il, afirmando que este mandatario continuará dirigiendo «el régimen más sancionado del mundo» a menos que cumpla con los compromisos de desarme nuclear.
El mandatario estadounidense sostuvo que es prematuro sacar a Corea del Norte del «eje del mal» cuya existencia proclamó en 2002.
Bush ha sido acusado de hacer caso omiso de los antecedentes de China en materia de derechos humanos al anunciar que asistirá a la inauguración de los JO el viernes. Sin embargo, afirmó que no necesita de las Olimpíadas para manifestar sus opiniones sobre cuestiones religiosas y otras libertades.
«Llevo siete años y medio reuniéndome con los líderes chinos y mi mensaje siempre ha sido el mismo: ustedes no deben temer a las personas religiosas en su sociedad», declaró Bush.
«En realidad, la gente religiosa hará que su sociedad sea un lugar mejor», insistió.
Los JO son un acontecimiento deportivo, afirmó. «Pero también son una oportunidad para decir al pueblo chino que respetamos sus tradiciones y respetamos su historia», agregó.
Los dirigentes chinos «deben permitir que las personas puedan expresar sus opiniones, y en la medida en que la gente no pueda hacerlo y no pueda tener una actividad religiosa libremente, (eso) es un error», sostuvo.
Las declaraciones más severas de Bush fueron para Corea del Norte.
«Estoy preocupado por el historial de Corea del Norte en materia de derechos humanos. Estoy preocupado por sus actividades de enriquecimiento de uranio, así como por sus ensayos nucleares y su proliferación y sus programas de misiles balísticos», dijo.
«La mejor forma de enfocar y responder a esas inquietudes son fuertes medidas de verificación. Es por eso que participamos en las conversaciones de las seis partes», afirmó.
Desde 2003, Corea del Sur y Estados Unidos, así como China, Japón y Rusia, han negociado el desarme nuclear con Corea del Norte, que en octubre de 2006 probó un arma atómica.
En junio pasado, Corea del Norte entregó detalles sobre su programa de fabricación de bombas nucleares de plutonio como parte de un acuerdo concluido por las seis naciones, y Bush anunció su intención de sacar a ese país de la lista de países que apoyan al terrorismo.
No obstante, Estados Unidos sostiene que primero Corea del Norte debe acordar formas de verificar esa declaración.
Ningún lugar en el mundo «muestra más claramente el contraste entre las sociedades libres y abiertas, y las sociedades represivas cerradas, como la Península Coreana», dijo Bush en un discurso pronunciado ante las tropas en la base norteamericana de Yongsan, en Seúl.
Corea del Sur desplegó a unos 23 mil policías durante la visita del presidente estadounidense, que se llevó a cabo después de meses de manifestaciones contra la reanudación de la importación de carne bovina norteamericana.
Bush partió hoy rumbo a Bangkok, donde mañana pronunciará otro discurso en el que, según el texto difundido por la Casa Blanca, mostrará su oposición a la detención de disidentes en China y abogará por el fin de la «tiranía» en Birmania.