El nacionalismo y sus formas de manifestación y exigencias en las esferas políticas, económicas y culturales, tiene que ver con las actitudes que el ciudadano exprese como personalidad propia de la herencia particular de cada nación; como también de las condiciones especiales en que cada pueblo tiene que desarrollar su vida y cultura. Con esta conciencia un buen guatemalteco desea contribuir a la formación de la nacionalidad, sin importaciones de otros nacionalismos o culturas, cuando se tiene lo propio, bueno y digno de aprovecharse y ser estimulado.
Hacemos la pregunta: ¿Dónde está el nacionalismo? a propósito de la actitud de una entidad nacional que promociona por medio de un publicista ajeno a la nacionalidad guatemalteca; como si no existiesen buenos presentadores de igual capacidad en el país, que los hay; y además agrupaciones de esa índole, como de la intelectualidad guatemalteca que debieran de advertir la subestimación nacionalista pronunciándose.
Es el nacionalismo el que nos hace gritar: ¡Que viva Guatemala!, como a los de cada país el nombre de su nación. El que hace señalar y hasta rechazar a quien se exprese mal de nuestro país, y el que nos hace suspirar por nuestra nación cuando estamos fuera de ella, y desear su prestigio y lo mejor para ella.
En nuestra ciudad capital hay periódicos impresos, hablados, televisivos; gremiales del periodismo y de publicistas, a quienes dejamos la pregunta, para recordarles su nacionalismo, y sean voz propia, del pueblo y rectores de la mejor cultura.