Primera gimnasta vietnamita


Do Thi Ngan Thuong sacrificó su infancia por la dura disciplina de los entrenamientos en China, pero serán los colores de Vietnam los que defienda en Pekí­n, en lo que supone la primera participación de una gimnasta de su paí­s en los Juegos Olí­mpicos.


La competencia para ella se presenta dura y la menuda gimnasta, de 19 años, 1,45 metros de altura y 41 kilogramos, es consciente de que el nivel de sus rivales es en principio muy superior.

«Deseo que mis actuaciones no estén demasiado lejos de las de mis competidoras. Muchas tienen un nivel más alto», declaró.

Su entrenador, Do Thuy Giang, espera que su pupila pueda participar en la final de potro, su prueba favorita. Para el vicepresidente del Comité Olí­mpico Vietnamita, Hoang Vinh Giang, las expectativas están en un puesto en el «top 20» de alguna de las pruebas (potro, barras asimétricas, salto o suelo).

La gimnasta explicó que sus inicios en la gimnasia fue a la edad de cinco años, y que dos años más tarde, tras un encuentro con un preparador chino, inició sus diez años de entrenamientos en la provincia china de Guangxi.

En ese tiempo, su entrenador ha velado «como una madre» por su bienestar y se ha preocupado por su desarrollo como persona y deportista.

«En algunos deportes (…) como la gimnasia, hay que comenzar a los 5, 6 o 7 años. Después, los huesos, los músculos, están ya fijos», explicó Do Thuy Giang, que se felicita de haber contribuido a mejorar las relaciones deportivas chino-vietnamitas.

Vietnam vive desde 1986 una polí­tica de apertura al exterior y de reconciliación, después de los duros años de penuria por la guerra con Estados Unidos.

Con el tiempo, y tras los desencuentros y los conflictos sangrientos del pasado, también se fueron retomando las relaciones con el «gigante chino».

«Fue una de las primeras personas en vivir la normalización», destaca por su parte Hoang Vinh Giang, que recordó que las relaciones deportivas entre ambos paí­ses han sido estrechas y que se enviaron atletas a Shanghai durante la Revolución Cultural.

«En China, (los jóvenes deportistas) pueden entrenarse muy duro», añadió el dirigente olí­mpico vietnamita, destacando el grado de esfuerzo requerido por los entrenadores del paí­s vecino y lo conveniente de enviar deportistas allí­, más que a Europa o Rusia, donde cree que tienen más riesgo de dedicarse a otro trabajo y dejar su carrera deportiva.

La gimnasta vietnamita vive actualmente en uno de los centros nacionales para entrenamientos en Hanoi, en una habitación equipada con ventiladores y que tiene que compartir con otras dos compañeras.

En Pekí­n, explicó Hoang Vih Giang, sólo dispondrá de varios dólares como «dinero de bolsillo», al igual que los otros doce deportistas que componen la delegación del paí­s asiático.

En caso de conseguir medalla, los representantes vietnamitas lograrán una prima, que si es por un oro alcanzarí­a los 80 millones de dongs (unos 3.100 euros).

En su historia, Vietnam sólo ha conseguido una medalla en los Juegos: una plata en taekwondo en Sydney-2000.