La desesperación podrá invadir mi corazón, pero yo triunfaré porque de mi fe obtendré la fuerza suficiente para salir adelante.
cesarguzman@yahoo.com
Las adversidades podrán hacerme caer, pero me levantaré, porque Dios me tenderá su mano para hacerme caminar nuevamente, y con su apoyo nada ni nadie me podrá detener.
Si el dolor viene a visitarme lo acogeré, pues, por medio de él, aprenderé a ser fuerte y a valorar mi salud espiritual, moral y corporal; lo convertiré en fuente de esperanza y de bendición.
El odio y la violencia no tendrán lugar en mí, porque poseo el don del amor, el cual he recibido como un regalo del Creador y con él construiré un mundo de fraternidad.
Las tinieblas del mal no podrán contra mí, pues soy hijo de Dios, y nací para ser más que triunfador, como í‰l.