Menos del 1 por ciento está sindicalizado en Guatemala


En la mayorí­a de paí­ses centroamericanos persiste una cruenta represión contra las organizaciones sindicales, ya que existen múltiples actos intimidatorios, como despidos arbitrarios, violaciones sexuales, entre otros (Foto de archivo).

Estimaciones del Instituto Nacional de Estadí­stica (INE) indican que la Población Económicamente Activa (PEA) en Guatemala supera los cinco millones de personas, de las cuáles sólo el 0.87% está sindicalizado.

Ligia Flores
lahora@lahora.com.gt

Una de las razones que inciden en esta situación es la represión de la que son objeto los dirigentes y miembros de los movimientos sindicales, según Daniel Vásquez, representante por Guatemala de la Campaña Regional contra la Flexibilidad Laboral (CRFL).

«La represión y falta de garantí­as sociales que existen son parte de una estrategia empresarial a nivel regional para perpetrar actos violatorios a estos derechos humanos», dijo Salomón Samudio, de la CRFL.

Representantes de la CRFL manifestaron su preocupación por la falta de libertad sindical, el desempleo, los bajos salarios, los asesinatos de sindicalistas, el acoso sexual contra las mujeres y la falta de justicia laboral que persiste en Centroamérica.

De octubre de 2007 a la fecha se han registrado 28 casos de asesinatos, violaciones, allanamientos, intimidaciones y persecución a sindicalistas y familiares de ellos, informó Vásquez.

«En el caso de Guatemala pedimos al Gobierno que haya más respeto a la vida e integridad fí­sica de los defensores de los derechos laborales que a diario son amenazados y son ví­ctimas de actos atroces de represión», manifestó Samudio.

De acuerdo con Martha Zaldaña, del CRFL, el Gobierno debe dictaminar polí­ticas para encaminar la pronta aplicación de la justicia. «Hay demasiada impunidad empresarial, por lo que el Estado debe tomar medidas concretas y contundentes», señaló.

Rechazan Convenio 175

Los denunciantes expusieron su rechazo a la ratificación del Convenio 175, relativo a la contratación a tiempo parcial de los trabajadores, por considerar que el mismo tiene un espí­ritu regresivo en cuanto a los derechos laborales.

«Con su implementación se precarizarí­an los empleos dentro de los sectores públicos y privados», argumentó Vásquez.

Doble discurso

A criterio de Vásquez, en la administración de ílvaro Colom se maneja un doble discurso, debido a que se habla de una facilidad para la creación de organizaciones sindicales, empero no sucede de tal forma.

«Se da facilidad de organizar sindicatos de campesinos independientes, que no tienen una relación con patronos», recalcó.

Vásquez mencionó algunos casos puntuales de represión sindical en el paí­s, uno de ellos es el del recién creado Instituto Nacional de Ciencias Forenses, Inacif, y del Ministerio Público, donde los varios trabajadores organizados fueron despedidos o trasladados.