Por primera vez desde el inicio de la huelga de trabajadores de Lufthansa, iniciada el domingo, la compañía aérea alemana tuvo que anular hoy 82 vuelos, seis de ellos de largo recorrido.
«Es un hecho, nos resentimos por los efectos de la huelga», reconoció un portavoz de Lufthansa.
Los seis vuelos transoceánicos que fueron anulados en la tercera jornada del paro, convocado por el sindicato de servicios Verdi, tenían como destino Nueva York, Calgary, Chicago, Dallas, Dubai y Calcuta, informó un portavoz de la compañía hoy a mediodía.
Ayer, la aerolínea alemana ya tuvo que anular 70 vuelos, el 3% de los programados para esa jornada, a causa principalmente de la falta de personal técnico para verificar el estado de los aviones. La mayoría de esos vuelos eran domésticos y alguno con destino a aeropuertos europeos, pero ninguno de largo recorrido.
El paro indefinido está siendo seguido sobre todo por el personal técnico, ya que el sindicato Verdi tiene mucha menor representación entre los empleados de cabina, donde la influencia es menor.
Trabajadores y empresa están enfrentados por un conflicto salarial que ha dado lugar al paro indefinido.
Interrogado sobre el coste diario que representa la huelga, el director financiero de Lufthansa, Stephan Gemkow, admitió que «es caro, eso seguro», añadiendo que no tenía «ninguna idea» de cuánto tiempo iba a durar el movimiento de los trabajadores, al estar paralizadas las negociaciones.
Según Verdi, la huelga representa un coste para la empresa de cinco millones de euros diarios, aunque el Instituto de Investigación Económica IW de Colonia, elevó esa cifra hasta los 30 millones de euros diarios.
«Llamamos a Verdi a volver a la mesa de negociación», declaró el portavoz de Lufthansa. Sin embargo, el sindicato no piensa volver a dialogar hasta que la compañía presente una oferta mejorada.
El negociador de Verdi ante la dirección de la empresa, Erhard Ott, deploró «la ausencia de una nueva oferta en el tercer día de huelga».
Unos 2 mil huelguistas se concentraron hoy frente a la sede central de la compañía en Francfort.
Verdi reclama para los 50 mil trabajadores afectados un aumento del 9,8% de los salarios en un año, mientras la compañía ofrece un aumento del 6,7% sobre 21 meses.
«Se debe comprender –y eso espero de un sindicato responsable– que Lufthansa está en una actividad muy cíclica», explicó Gemkow para justificar que la compañía asegure que no puede mejorar la oferta presentada.
La compañía presentó hoy los resultados trimestrales que muestran que Lufthansa sale mejor parada que sus competidores de la crisis provocada por el incremento del precio de los combustibles.
En el segundo trimestre de 2008, los ingresos netos de Lufthansa cayeron un 21% (345 millones de euros; 538 millones de dólares) en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, mantiene su previsión de igualar el beneficio operativo de 2007, llegando a los 1.380 millones de euros (2.165 millones de dólares).
La aerolínea prevé una factura récord del keroseno para 2008 llegando a los 5.660 millones de euros (8.600 millones de dólares), mientras que en 2007 pagó 3.860 millones de euros (6 mil millones de dólares).
Lufthansa ha puesto en marcha un plan de medidas con el que pretende ahorrar 250 millones de euros (390 millones de dólares) reduciendo el número de subcontrataciones, aunque por el momento no se prevén despidos.
Paralelamente, la aerolínea alemana se enfrenta a otro conflicto, esta vez protagonizado por los pilotos de dos de sus filiales, Eurowings y CityLine, que ya han llevado a cabo algunas huelgas de advertencia. En total, Lufthansa se ha visto obligada a cancelar 1.700 vuelos a causa de los movimientos sociales, precisó Gemkow.
La situación podría empeorar en los próximos días si el sindicato UFO, que representa a los tripulantes de cabina, se une a la huelga de Verdi.