Accionan Plan B


Reanudar las negociaciones bilaterales, principalmente con la Unión Europea (UE), es la nueva prioridad de comercio exterior de Brasil tras el fracaso de las negociaciones de la OMC, proclaman los grandes exportadores, la industria y el agro del paí­s sudamericano.


«Las negociaciones de la OMC fueron un esfuerzo de siete años del que salimos sin nada. La estrategia que adoptaremos ahora es presionar al gobierno para conseguir acuerdos bilaterales de libre comercio ambiciosos», anunció el portavoz de comercio exterior de la Comisión Nacional de Agricultura (CNA), Matheus Zanella.

En Brasil cayó como un jarro de agua frí­a el fracaso ayer de la reunión ministerial de Ginebra que buscaba un acuerdo para concluir la Ronda de Doha de liberalización del comercio mundial.

Ahora, Brasil, «tendrá que revisar todas sus prioridades», declaró la coordinadora internacional de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Zoraya Rosar.

El objetivo número uno es reanudar la negociación entre la UE y el Mercosur (el bloque sudamericano que Brasil integra con Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela en proceso de adhesión), y también buscar acuerdos con Estados Unidos, México, India y otros grandes mercados, coinciden industria, agro y exportadores.

El canciller brasileño, Celso Amorim, ya indicó que podrí­a reanudarse el interés por la negociación con Europa, paralizada al ser supeditada al acuerdo en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Potencia agropecuaria y una de las grandes economí­as emergentes del planeta, Brasil se jugó sus cartas negociadoras a la OMC, donde tuvo un papel principal como lí­der de los paí­ses en desarrollo. Carece, en cambio, de acuerdos bilaterales con grandes socios comerciales que benefician a algunos de sus competidores.

Sin la OMC, Brasil queda «prácticamente aislado» en el comercio internacional, advirtió el director de la Asociación de Comercio Exterior (AEB), José Augusto de Castro.

Para reanudar negociaciones bilaterales el Mercosur deberá «resolver sus problemas», dijo De Castro. En el bloque afloran las diferencias, la última los intereses contrarios defendidos por Argentina y Brasil en Ginebra.

El representante de los exportadores propuso que se flexibilice la norma que obliga al Mercosur a negociar en bloque acuerdos de libre comercio, autorizando a que Brasil «haga acuerdos complementarios cuando sus intereses no sean atendidos».

La coordinadora de la CNI, Rosar, reconoció que «para la industria brasileña negociar con el Mercosur es más complicado, porque la industria argentina tiene una postura más cerrada», pero defendió que Brasil siga negociando en bloque con el Mercosur, su gran mercado inmediato.

«No tenemos como retroceder (en la unidad del Mercosur). Lo que tenemos que hacer es resolver los problemas internos», concluyó el portavoz de la Confederación de la Agricultura.

El sector que más pierde sin un acuerdo en la OMC en Brasil es el agropecuario. «El impacto inicial son 5 mil millones de dólares que Brasil deja de exportar pero, además, hay impactos inmesurables, como las distorsiones que los paí­ses ricos podrán continuar usando indiscriminadamente», afirmó Zanella.

Brasil cerró 2007 con récord de exportaciones, que alcanzaron 160.649 millones de dólares. El agronegocio representó 58.400 millones, con productos de los que el paí­s es lí­der como soja, carnes, café, azúcar y el biocombustible etanol de caña de azúcar.

Sin la OMC, Brasil queda «prácticamente aislado» en el comercio internacional, advirtió el director de la Asociación de Comercio Exterior (AEB), José Augusto de Castro.