Reflexionando sobre el costo de los bienes y servicios en los países desarrollados y los países con índice de desarrollo bajo, caía en cuenta sobre un hecho que muchas veces pasa desapercibido, en los países con renta per cápita alta los servicios tienden a ser más caros y los bienes que se consumen tienden a ser más accesibles en función obviamente de ese ingreso (poder de compra), motivado a lo mejor por un desmedido consumo que sin duda desplaza la curva de oferta y demanda. Por el contrario en los países de renta per cápita baja, los servicios tienden a ser menos caros y los bienes que se consumen tienden a tener paridad o incluso a ser más caros en comparación con los países de ingreso per cápita alto. En pocas palabras, reflexione sobre lo que pagaría por un médico en los Estados Unidos y lo que pagaría por un medico en América Latina y por otro lado compare lo que pagaría por una cerveza en esas áreas geográficas y me cuenta qué descubre.
En los últimos tiempos la mundialización, la corporativización de servicios ha empujado los precios de los servicios (principalmente los electrónicos) a niveles de paridad entre naciones ricas y pobres, no difiere mucho entre lo que se paga por la factura de la canasta electrónica, cable, Internet y electricidad en los Estados Unidos y América Latina. Sobre este último tema, tendríamos que considerar el hecho de que no existen subsidios para estos servicios, vistos como no indispensables y hasta cierto punto suntuario y por el hecho de que muchos de ellos son privados y no pueden ser abordados como servicios sociales.
Considere básico en la elaboración de la lista de satisfactores de bienestar (servicios sociales) para los ciudadanos del mundo algunos de los siguientes indicadores: agua potable, servicios de saneamiento, servicio de alcantarillado, alfabetización, servicios primarios de salud, saneamiento de servicios de saneamiento (vertederos), tratamiento de aguas servidas, comunicaciones, transporte, urbanización entre otros. Sobre esta base elabore entonces los costos y la calidad de dichos servicios y encontrará que en las naciones con ingresos bajos los citados tienen a ser escasos e inaccesibles para la mayoría de la población.
Pero ¿Cómo se revierte esta tendencia? Tenemos que tener en cuenta y con mucha claridad, que acometer cambios en función de la mayoría de la población y llevar los servicios sociales con eficiencia y a bajo costo conlleva una serie de medidas audaces. Permítame citar casos ejemplares como Chile o algunas naciones asiáticas en donde habiéndose heredado una vetusta infraestructura una especie de chatarra de servicios sociales, los gobiernos conjuntamente con un grupo de la sociedad civil, claramente comprometidos con los cambios estructurales han logrado generar satisfactores sociales como punto de partida para el desarrollo.
¿Resulta imposible? No. Lo cierto es que no se deben esperar cambios de la noche a la mañana, se tiene que tener en consideración que en muchos países algunos de los servicios sociales han sido privatizados en el pasado y en otros, de acuerdo al modelo político son descentralizados.
Al querer reflexionar sobre los bienes y los servicios mas allá de lo que podría parecer simplismo económico, he querido intencionalmente conducirlos al análisis de las economías desarrolladas con servicios sociales desarrollados, llegar a este punto no es sencillo. Bien recordará la España de mediados de los 80″s y la España de hoy ¡qué gran diferencia! ¿la clave? La perserverencia, la sensatez, la maduración del sistema político, pero ante todo un amor por la patria.
Politólogo con orientación en Relaciones Internacionales y estudios de Post Grado en Política y Derecho Internacional.