Los demócratas de Barack Obama, a la caza del voto de los hispanos en Estados Unidos, clave para las elecciones presidenciales de noviembre en varios estados del país, anunciaron hoy el lanzamiento de una nueva estrategia de movilización de votantes latinos con fondos por 20 millones de dólares.
La estrategia de la campaña del postulante demócrata a la Casa Blanca es movilizar a los votantes hispanos para que vayan a votar en noviembre y fomentar la inscripción de latinos que aún no están registrados para sufragar, explicaron los legisladores hispanos Ken Salazar, Hilda Solís y José Serrano en conferencia de prensa.
«Tenemos una situación única en la cual los votantes latinos pueden votar en gran número» en las próximas elecciones que medirán a Obama con el republicano John McCain, expresó Serrano en el cuartel general del Partido Demócrata en Washington.
Los 20 millones de dólares son «un enorme monto de dinero para volcar en nuestra comunidad», estimó Serrano, congresista por Nueva York y quien apoyó la campaña de la derrotada senadora Hillary Clinton en la interna demócrata.
La campaña estará enfocada a movilizar a los hispanos en Estados Unidos, para que concurran a votar en noviembre.
Con 45 millones de personas, los latinos constituyen la principal minoría del país.
Luis Miranda, uno de los voceros hispanos de la campaña de Obama, explicó a periodistas que el esfuerzo, que incluirá asimismo gastos en publicidad para avisos en español y en inglés, se repartirá en los 50 estados del país, pero tendrá énfasis en 17 que son considerados «campos de batalla» para las presidenciales por estar aún sin una definición clara de preferencias de los votantes.
De esos 17 estados, cuatro son clave, estimaron los oradores: Nevada (centro oeste), Florida (sureste), Colorado (centro) y Nuevo México (sur).
Los fondos serán aportados por la campaña de Barack Obama y el Comité Nacional Demócrata (DNC por sus siglas en inglés), en partes que no fueron precisadas.
Consultado sobre la importancia que la cuestión de una reforma migratoria tendrá en la nueva campaña demócrata hacia los hispanos, Salazar estimó que «la inmigración no es el tema definitorio» en este momento, un reconocimiento implícito de que los hispanos que votan están más preocupados por temas como la economía, las hipotecas, o la guerra en Irak.
Se estima que unos nueve millones de personas de origen hispano están registradas para votar en Estados Unidos.
Obama aventaja largamente a McCain en las preferencias de este sector de los electores, dos tercios de los cuales prefieren al senador demócrata sobre el republicano.