Los ministros de unos 35 países trataban hoy de acercar a Estados Unidos e India para evitar que el tema de la protección de los mercados agrícolas de países en desarrollo provoque el naufragio definitivo de las negociaciones multilaterales de libre comercio.
Varios ministros destacaron al llegar a la reunión en la sede de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en Ginebra, los riesgos de que esta jornada -la novena consecutiva de maratónicas discusiones- acabe sin una solución de compromiso.
«Veo las cosas por un hilo. Si no se resuelve (el tema de las salvaguardias pedidas por India) esto se termina», dijo el ministro brasileño de Relaciones Exteriores Celso Amorim.
Amorim llamó a todas las partes a «tomar riesgos, políticos incluso», para salvar la Ronda de Doha, «porque si esto se termina ahora, francamente no veo cómo se pueda retomar dentro de dos o tres meses, sería una total ilusión».
También el comisario de Comercio de la Unión Europea (UE) destacó la necesidad de «un compromiso entre las dos partes, es decir Estados Unidos e India y otros países en desarrollo».
«Si no muestran la voluntad de compromiso, me temo que el acuerdo se caiga, la perspectiva es así de espantosa», dijo Mandelson a la prensa.
El ministro indio de Comercio Kamal Nath no pareció particularmente presionado al llegar a la sede de la OMC.
«Esta noche he tenido muy buenos sueños. Soy optimista», comentó a periodistas, y agregó: «Estados Unidos trata de favorecer sus intereses comerciales, yo trato de proteger la vida y la seguridad de los agricultores (indios)».
Estados Unidos también polemiza con China, por considerar que dio «marcha atrás» en el apoyo al paquete de medidas presentadas el viernes pasado por el director general de la OMC Pascal Lamy para salvar la Ronda, estancada desde su lanzamiento en 2001.
La representante norteamericana de Comercio, Susan Schwab, advirtió ayer que la persistencia de esas actitudes puede «amenazar el desenlace» de las negociaciones.
«La situación es muy tensa, el equilibrio muy frágil y el desenlace de ninguna manera seguro», dijo anoche el portavoz de la OMC, Keith Rockwell, antes de que los ministros de las siete mayores potencias comerciales prosiguieran sus maratónicos debates.
Los Siete (Estados Unidos, la Unión Europea, India, Brasil, Japón, Australia y China) tendrán otra reunión hoy por la tarde, para seguir discutiendo el mayor punto de discordia, que lleva el anodino nombre de Mecanismo de Salvaguardia Especial (MSE).
En las propuestas hechas el viernes por Lamy, el MSE figura como un gatillo de subida de aranceles que se dispara cuando la importación de un producto agrícola registra un aumento del 40% respecto a los tres años anteriores, o cuando hay una brusca caída de precios.
India y otros países en desarrollo quieren bajar ese nivel al 10%, pero Estados Unidos y muchos países agroexportadores -tanto desarrollados como en vías de desarrollo- consideran que ese nivel constituiría un freno inaceptable a los flujos comerciales.
Un fracaso a causa de diferencias en torno a una demanda de protección agrícola de los países emergentes sería paradójico, dado que las grandes dificultades de la Ronda en estos siete años se debieron a tensiones entre los países exportadores agrícolas del Sur y los de productos industriales del Norte.
El ministro de Comercio Exterior de Costa Rica negó hoy a India el derecho de hablar en nombre de los pobres en su lucha por asegurarse la protección de sus mercados agrícolas en las negociaciones de la OMC, alegando que esas medidas afectarían a muchas pequeñas economías.
«La pobreza no es monopolio de nadie, ni tampoco la solidaridad», dijo el ministro, Marco Vinicio Ruiz.
«No podemos entender la posición de India», dijo Ruiz en Ginebra, donde hace nueve días se iniciaron unas decisivas negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para salvar la Ronda de Doha de apertura de los mercados mundiales.
«Nos parece particularmente triste que aquellos países emergentes que reciben hoy los mayores flujos de inversión, que tienen niveles sostenidos de crecimiento fabuloso desde hace muchísimos años» y un mercado de mil millones de consumidores, «nos nieguen a otros países en vías de desarrollo más pequeños la posibilidad de exportar más, de crecer más», agregó.
Las negociaciones de Ginebra están a punto de fracasar por diferencias en torno a un Mecanismo de Salvaguardia Especial (MSE) exigido por India, con el apoyo de decenas de países en vías de desarrollo, para proteger sus economías de eventuales aluviones de importaciones de productos agrícolas.
Entre las grandes potencias comerciales, la posición de India encuentra la férrea oposición de Estados Unidos.
Pero según Ruiz, «aquí no hay un problema Norte-Sur, aquí lo que hay es una enorme división entre algunas economías emergentes y países exportadores agrícolas; y esos países exportadores agrícolas somos muchísimos, muchísimos, somos la enorme mayoría de países en vías de desarrollo, y necesitamos las exportaciones agrícolas para poder crecer».
Uruguay y Paraguay ya habían expresado en los últimos días posiciones similares a las de Costa Rica.
«Estamos preocupados por un mecanismo que trabaría nuestras posibilidades de encontrar una vía para el desarrollo y la justicia social en nuestros países», dijo ayer el embajador de la misión uruguaya en Ginebra, Guillermo Valles.
Su colega paraguayo Rigoberto Gauto alertó sobre el riesgo de que el MSE comprometa los procesos de integración regional y provoque conflictos y crisis entre países en desarrollo.
El ministro de Comercio de India, Kamal Nath, desestimó los reclamos sudamericanos. «Paraguay y Uruguay son dos países, nosotros somos cien», dijo a periodistas.