Cuando escribo alguna opinión para criticar algún hecho, algunos creen que por su contenido, va dirigido en contra de algún estrato social o alguna etnia, pero la realidad es que nunca ha sido mi intención y si así pareciera, es una percepción errónea. Entre las acusaciones más comunes que he recibido, es que soy insensible ante el dolor, que no estoy de acuerdo a que se le dé ayuda a las clases desposeídas, etc. porque no estoy de acuerdo que se regale por regalar, sino que pienso que hay mejores formas de ayudar.
Cuando se me hace este tipo de acusaciones, me pongo a meditar si será que en realidad soy insensible ante la calamidad actual, pero después de meditar, creo que no es así, pues considero que soy tan sensible como cualquier humano, sólo que lo enfoco diferente comparando de que será mejor, si soportar temporalmente el dolor de algunas decenas de miles hoy, o que nuestros hijos y nietos soporten o sean parte de cientos de miles que vivirán y sufrirán calamidades en el futuro. Creo que si se planifica como regalar para cubrir temporalmente una necesidad, no estamos haciendo nada, más bien estaremos creando dependencia del obsequio y de lo fácil que es extender la mano. Con esto lo que hacemos es agotar los recursos disponibles y dejar el futuro en peores condiciones, siendo que cada vez se convertirá en más caótica la situación. Sin embargo a pesar de que no es lo mejor, casi siempre se escoge esta forma para decir que se van resolver los problemas, pues es más fácil, hay más agradecimiento directo y se puede jactar el funcionario de manera rápida, yo-yo.
Por eso insisto que si en realidad un gobierno quiere empezar a resolver el problema sin recibir palmaditas en el hombro, debe invertir y crear fuentes de trabajo, con préstamos, con asesoría, construyendo infraestructura, pero no con regalos, ya que invirtiendo, aunque sólo se alivia y no resuelve la situación en el momento, creará bienestar en el futuro.
El problema es que muchos creen que regalando es como pasarán a la historia, pero los que reciben regalado, ya ni lo dicen el día de mañana. Les recomiendo que averigí¼en por qué el Conquistador Gaspar de Cepeda, es bien recordado a 450 años después de su muerte, que hizo algo parecido a lo que yo estoy recomendando.