El aspirante demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, pronunciará hoy en Berlín, primera etapa de su gira europea, un esperado discurso al que asistirán decenas de miles de personas, una señal del entusiasmo que inspira el senador en una Europa ávida de cambios en Washington.
Obama, que llegó hoy a la capital alemana procedente de Israel, tenía previsto reunirse con la canciller Angela Merkel, y el ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, antes de su discurso.
La policía ya ha acordonado una buena parte del centro de la ciudad, alrededor del parque del Tiergarten, donde Obama pronunciará su discurso, y en el que los asistentes podrán escuchar un concierto antes de que el candidato demócrata aparezca sobre las once y media de la mañana (hora de Guatemala).
«Se le espera como a un mago que pudiera barrer los nubarrones en un mundo lleno de problemas», escribía la influyente publicación alemana Der Spiegel.
Los alemanes están siguiendo de cerca la campaña electoral estadounidense y, según un reciente sondeo, el 76% de ellos votaría a Barack Obama, frente al 10% que lo haría por su rival, el republicano John McCain.
El senador de Illinois, de 46 años, ha sido comparado a menudo con el ex presidente estadounidense John F. Kennedy, que entró en la historia con su célebre «Ich bin ein Berliner» (Yo soy berlinés) pronunciado en junio de 1963, en una capital alemana entonces dividida por el muro.
Los columnistas de la prensa alemana hablaban de un Berlín en plena fiebre de «Obamanía», y se preguntaban si el senador estará a la altura en el discurso de hoy por la tarde.
La gira europea de Obama comienza en el corazón de lo que la actual administración estadounidense llamó despectivamente «la vieja Europa» por su firme oposición a la invasión de Irak.
Europa occidental se ha aferrado al rechazo de Obama a la guerra de Irak en 2003 en su esperanza de que el senador restablezca una mayor confianza con Washington.
Aunque algunos dirigentes conservadores europeos, como el presidente francés, Nicolas Sarkozy, o Angela Merkel, mantienen una buena relación con el presidente George W. Bush, los sondeos muestran que la opinión pública europea se ha ido desencantando con Estados Unidos a lo largo de los últimos ocho años.
Además, las propuestas de Obama en política exterior, como el cierre de la prisión de Guantánamo, el diálogo con Irán sobre su programa nuclear o la lucha contra el cambio climático han recibido una calurosa acogida en Europa.
El diario económico alemán Handelsblatt advertía sin embargo de que, a cambio del fortalecimiento de las relaciones transatlánticas, Obama le pediría al Viejo continente una mayor implicación militar en Afganistán, donde el aspirante demócrata inició su gira internacional el sábado.
«El mensaje de Obama es: queridos europeos, queridos alemanes; si soy elegido me tomaré vuestra palabra al pie de la letra. Una mayor coordinación internacional significa un mayor compromiso de Europa en los lugares difíciles», escribía el diario.
Merkel dijo ayer que estaba deseando conocer a quien en ambos lados del Atlántico despierta tanta fascinación, aunque dejó claro que su país no piensa enviar más soldados a luchar contra los talibanes en Afganistán.
La canciller, que se opuso a que Obama diera su discurso en la puerta de Brandenburgo, símbolo de la unidad alemana, trató de quitar hierro a su negativa y alegó que ese privilegio está reservado tradicionalmente a presidentes en ejercicio.
En su lugar, Obama se pronunciará junto a la Columna de la Victoria, en el parque del Tiergarten.
La gira europea de Obama continuará mañana en París y el sábado en Londres, antes de regresar a Chicago.
El candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, llegó a Alemania hoy por la mañana, procedente de Israel, en la primera etapa de su gira europea.
Obama llegó al sector militar del aeropuerto berlinés de Tegel a las dos de la mañana (hora de Guatemala), y tenía previsto reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel, el ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, y el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit.
Hoy en la tarde pronunciará un discurso sobre las relaciones atlánticas en el parque del Tiergarten, en el centro de Berlín, ante una asistencia que se espera que sea de decenas de miles de personas.
La policía ya ha acordonado una buena parte del centro de la ciudad, alrededor del lugar en donde Obama pronunciará su discurso, y en el que los asistentes podrán escuchar un concierto antes de que el candidato demócrata aparezca sobre las once y media de la mañana (hora de Guatemala).
«Se le espera como a un mago que pudiera barrer los nubarrones en un mundo lleno de problemas», escribía la influyente publicación alemana Der Spiegel.
Los alemanes están siguiendo de cerca la campaña electoral estadounidense y, según un reciente sondeo, el 76% de ellos votaría a Barack Obama, frente al 10% que lo haría por su rival, el republicano John McCain.
Los columnistas de la prensa alemana hablaban de un Berlín en plena fiebre de «Obamanía», y se preguntaban si el senador estará a la altura en el discurso de hoy por la tarde.
La gira europea de Obama comienza en el corazón de lo que la actual administración estadounidense llamó despectivamente «la vieja Europa», por su firme oposición a la invasión de Irak.
Europa occidental se ha aferrado al rechazo de Obama a la guerra de Irak en 2003 en su esperanza de que el senador restablezca una relación con Washington que algunos dirigentes conservadores, como el presidente francés Nicolas Sarkozy o Angela Merkel, apenas han podido arreglar.
La gira europea de Obama continuará mañana en París y el sábado en Londres, antes de regresar a Chicago.