Ensalzan «Lake Tahoe»» de Fernando Eimbcke


Imagen del lago Tahoe, el cual inspiró al cineasta Fernando Eimbcke para una pelí­cula.

La pelí­cula «Lake Tahoe» de Fernando Eimbcke, crónica agridulce del fin de la infancia impregnada de poesí­a y de humor, fue estrenada ayer en Francia, donde los crí­ticos ensalzaron el talento del director mexicano, comparándolo con Robert Bresson y Jim Jarmusch.


«Lake Tahoe» nada tiene que ver con el lago norteamericano de su tí­tulo, que aparece solamente en una estampa pegada en el automóvil del personaje. El filme transcurre en un puerto del sur de México que, fuera de temporada turí­stica, da la impresión de ciudad desierta.

Allí­, durante todo un dí­a, un adolescente busca la manera de reparar el automóvil con el que acaba de chocar.

Con una narración minimalista, planos fijos y por momentos la pantalla en negro, dejando sólo la banda sonora al espectador para seguir la acción, Eimbcke cuenta los encuentros con diversos personajes del joven, que vive un choque emocional mucho más grave que el accidente automovilí­stico.

Como en su primera obra, «Temporada de patos», con la que fue descubierto en el Festival de Cannes en 2004, Fernando Eimbcke dirige una mirada aguda y tierna al mundo de la adolescencia, combinando con maestrí­a drama y humor. Como en la vida.

Seleccionada en el Festival de Berlí­n 2008, «Lake Tahoe» fue galardonada con el premio Alfred Bauer de la innovación.

La Federación Internacional de la Crí­tica Cinematográfica (FIPRESCI) la laureó como pelí­cula revelación del año, una apreciación que comparte la crí­tica francesa en ocasión de su estreno en Parí­s.

El diario Le Monde recalcó «el sentido de la lí­lote y la sutilidad narrativa del director» y «la belleza plástica del filme».

«Las idas y venidas del personaje revelan un universo, personajes y encadenamientos discretamente desfasados, a la manera de un Jim Jarmuch que hubiera atravesado el Rio Grande», escribió el crí­tico del periódico, afirmando que «Lake Tahoe impregna la vista y estimula la imaginación».

Eimbcke «mezcla hábilmente la tensión nacida de sus planos interminables con un burlesco casi siempre fuera de campo. La utilización sistemática de pantallas negras que hacen percibir la acción a través del sonido es un feliz acierto. Y al menos igualmente lograda la desaparición progresiva de la indolencia de los primeros minutos de la pelí­cula, a medida que la caparazón del personaje se va fisurando», estimó, por su parte, el diario Libération.

El crí­tico del diario l»Humanité califica la pelí­cula de «suculento ensayo de mimimalismo» y afirma que Eimbcke es «una mezcla de Bresson por la exigencia formal, Sergio Leone por la dilatación del tiempo y el espacio, Jim Jarmusch por los personajes desfasados, Aki Kaurismaki por el minimalismo y Tsai Ming-Liang por la extrañeza».

La revista cinematográfica Premií¨re elogió de la misma manera «Lake Tahoe». «Del silencio compacto apenas roto por algunos diálogos emergen escenas tragicómicas que dicen, en filigrana, el fin de la adolescencia, el abandono y la espera», estimó, agregando que la pelí­cula «destila una musiquita agridulce y un humor sutil».

Finalmente el crí­tico de la revista Ciné Live lamentó que el espacio de su artí­culo no fuera suficiente para «dar ganas de descubrir esta pequeña maravilla».

«Con un sentido de la escenificación de increí­ble precisión, de poesí­a y de inventividad, pasando del humor a la melancolí­a con discreta maestrí­a, Eimbcke firma uno de los filmes más entusiasmante y más conmovedores» de esta temporada, afirmó.