Teresa Palma Castro, tpalmacastro@hotmail.com
Es lamentable que 158 diputados y sus 500 asesores no conozcan absolutamente nada del derecho internacional ligado con el honor de un país que tiene obligación de respetar los convenios voluntariamente aceptados. Lástima que en este Congreso no haya como en los pasados un Villagrán Kramer, un Jall Lloreda, un Skinner Klee o un Alfonso Carrillo. De igual manera tampoco hay un solo constitucionalista que los oriente para que no cometan tanto dislate. El tratado que estableció la Corte de Justicia Centroamericana está vigente y es obligación del Estado cumplirlo.