Tú puedes irradiar luz y bondad como una hermosa estrella en el cielo nocturno, aunque hoy camines por un sendero oscuro y tenebroso.

Tú puedes gozar la libertad de las águilas más atrevidas, y volar sobre valles y colinas, aunque hoy tu vuelo sea temeroso y tus alas inexpertas.

Tú puedes crecer como árbol gigantesco en la tierra fértil, aunque hoy tus ramas sean débiles, tus frutos pequeños, y tus flores, nacientes botones.

Tú puedes convertir tu pequeñez en grandeza, si tu corazón se funde con el de Dios.