Asumiendo responsabilidades


La decisión del nuevo titular del Ministerio de Gobernación, Francisco Jiménez, de destituir a algunas personas que no considera convenientes para realizar los planes que tiene, le incrementa el nivel de responsabilidad sobre la ejecución de la cartera del Interior.


Iniciando este gobierno se dieron nombramientos que, según denuncias y publicaciones, hací­an que los responsables de algunas tareas respondieran a encargados de otras áreas de poder dentro del Estado, sin ser necesariamente del ministro Gómez.

Cuando el actual titular de la cartera inicia su gestión buscando gente de su confianza para dichos puestos, está monopolizando la responsabilidad y en términos de gestión debe calificarse como una acción adecuada de asumir retos que, posiblemente, alguien más hubiera esquivado.

Nadie puede garantizar que los nuevos designados sean personas idóneas para el puesto, pero con el resultado de su trabajo deberán demostrarlo para mantener lo que, hasta ahora, se toma como una decisión atrevida pero adecuada por el recién nombrado ministro si se cumplen sus expectativas.

En las esferas de poder se ha convertido en costumbre que haya personajes de dominio que no ocupan puestos determinados dentro de las instituciones para mandar sin desgastarse, mientras que otros prefieren ceder antes de entrar en conflictos con las esferas que, con mayor injerencia que ellos, puedan debilitarlos en su gestión.

Que el actual ministro decida que necesita asumir la responsabilidad por medio de personas a las que él mismo está designando, le incrementa el riesgo de desgaste pero es el que tiene que correr cada quien que se compromete con los cambios a largo plazo.

Evidente es que será necesaria la observancia de los procesos, con el fin de poder garantizar que se esté fortaleciendo la institucionalidad del Estado, porque el otro gran riesgo es que se cambie de rostros pero se mantenga la antigua maña de hacer que las entidades del Estado trabajen para intereses individuales.

La única vacuna para esta amenaza es la institucionalización de los esfuerzos ministeriales y, aparentemente, las decisiones se han tomado en esa dirección.

Aplaudimos que, tal y como debe hacerse pública y directamente, el ministro Jiménez haya asumido esa responsabilidad de colocar a su equipo para mantener el control de las acciones que se lleven a cabo desde su cartera.

Esperamos que con ello esté sabido que los requerimientos de resultados recaerán sobre él y que para obtenerlos necesitará en conjunto de capacidad, fortaleza e institucionalidad.