El «Cow Parade», la exposición de arte al aire libre más grande jamás realizada en San José, ha revivido el interés por el centro de esta ciudad, a la que -desde hace tres meses- todos los fines de semana acuden miles de costarricenses y turistas extranjeros.
Pintadas por artistas costarricenses de las más variadas corrientes, ciento cincuenta vacas transformaron el paisaje del casco central de San José, especialmente de sus plazas, parques y bulevares, donde la gente ha encontrado una nueva motivación para juntarse.
«Este ha sido uno de los proyectos más exitosos de la municipalidad, ha generado una visitación impresionante y reactivado los espacios públicos de la ciudad, ha demostrado que San José está más viva que nunca», aseguró el alcalde capitalino Johnny Araya.
Araya explicó que la exposición encajó de manera perfecta en los planes de la municipalidad de recuperar para la gente los espacios de la ciudad, que desde hace varias décadas se había transformado en un simple punto de paso.
Con este propósito, desde hace algunos años la alcaldía inició un plan para transformar varias calles en pasos peatonales, al tiempo que organiza conciertos, festivales artísticos, recitales poéticos y otras actividades culturales.
Sin embargo, ninguna ha sido tan exitosa en convocar a los ciudadanos como el «Cow Parade» que está cumpliendo tres meses y que será clausurada a finales de julio con una actividad «muy especial» y llena de sorpresas, prometió el alcalde.
«El balance es altamente positivo, no me atrevería a decir cuánta gente ha venido a ver la exposición, pero en otras ciudades del mundo en que se ha montado la visitación creció hasta en un 400%. En San José no ha ocurrido menos que eso», señaló.
Costa Rica es el cuarto país de América Latina y el primero en Centroamérica en que se monta una exposición de este tipo.
La actividad estuvo a cargo de la empresa Vallas y Gigantografías que previamente convocó a un concurso en que participaron cerca de 800 artistas con sus bocetos, de entre los cuales fueron seleccionados 150.
Concluido el periodo de exposición, las obras serán sometidas a un proceso de restauración para corregir los daños que hayan podido sufrir tras cuatro meses a la intemperie y serán subastadas públicamente.
Un 70% del producto de la venta será destinado a cuatro instituciones sociales sin fines de lucro, entre ellos Hogares Crea (dedicada a la rehabilitación de drogadictos) y el Hospital Nacional de Niños.