En el proscenio estuvieron los siguientes fundadores-organizadores del Frente: periodista y analista polí­tico Carlos Enrique Wer. economista Rafael Piedrasanta, veterinarios y agrónomos Ramiro Ramí­rez y Roberto Romero, Sociólogo. Antropólogo y licenciado en economí­a rural. Jorge Murga, Alfonso Bauer Paiz, jurista, Miriam Colón de Bauer. politóloga infieri y antropóloga, Rosa Pu.

En el acto también estuvieron los fundadores-organizadores siguientes: Gustavo Dí­az, analista polí­tico, trabajadora social Guadalupe Chuta de Wer, Julián Morales, agrónomo, dirigente sindical Ví­ctor Pérez, jurista Leonel Luna Pinagel y economista Ví­ctor Racancoj, el agrónomo Julián Morales. Y, no pudieron estar presentes: el analista polí­tico Ricardo Rosales Román, y el economista Romeo Guevara.

Para quienes no han leí­do mi artí­culo anterior, publicado el lunes 21, en pocas palabras informo lo esencial de su contenido: planteó que la sociedad de Guatemala, desde 1524 ha vivido en la injusticia, bajo el dominio de un pequeño número de familias integrantes de la oligarquí­a nacional, en tiempos de la Colonia española, por peninsulares y criollos, a partir de la Independencia, en 1821 hasta 1871, por criollos y desde 1871 a la fecha, por mestizos -porque es más correcto ese calificativo que el colonial término ladinos- y ya muy pocos criollos. Así­ como que en esos ya casi cinco siglos la soberaní­a nacional, la dignidad del Estado y también en mucho la de sus servidores públicos, así­ como la falta de solidaridad entre los guatemaltecos ha sido la constante histórica. Salvo en el perí­odo 1944-1954, en el cual se hizo un intento de cambiar esa humillante situación, pero el proceso democrático popular y revolucionario fue abatido por la intervención militar estadounidense en junio de 1954. Y desde tal año a la fecha han regido el paí­s gobiernos militares y civiles propios de la oligarquí­a nacional y de la incesante intervención imperialista, para servir los intereses de esa oligarquí­a (actualmente representada por el CACIF) y los del Imperio del Norte y nunca los del pueblo. El padecimiento y descontento del pueblo por esa injusta situación causaron el estallido de una guerra civil que duró cuatro décadas, hasta que el 29 de diciembre de 1996 se firmó el Acuerdo de Paz Firme y Duradera, pero que en los años transcurridos desde entonces, es muy poco lo que se ha cumplido de la veintena de Acuerdos suscritos. Y por ello este Frente en formación que se integrará sin exclusiones por razón de género, edad, etnia, clase social (excepto la dominante) luchará por el cambio de esa situación, para restablecer un sistema polí­tico basado en los valores de soberaní­a, dignidad y solidaridad, y le exige al Estado la ejecución de los siguientes puntos fundamentales:

1.- Que se devuelva la tierra a los campesinos. 2.- Que los ricos paguen los impuestos que les corresponden de acuerdo con su riqueza. 3.- Que haya comida para todos producida en Guatemala. 4. Que haya trabajo para todos en condiciones de dignidad. 5.- Que el Estado garantice seguridad alimenticia, salud y construya hospitales y escuelas para todos. Y 6.- Que el Estado garantice eficientes servicios de educación y construya escuelas para todos.

Al acto de presentación asistió, aproximadamente un centenar de ciudadanas y ciudadanos , evidentemente maduro, patriótico y muy receptivo, que se solidarizó con el Frente y ofreció su cooperación para impulsar sus actividades.

Carlos Enrique Wer hizo la presentación del Frente, invocando antecedentes históricas de los seres humanos en su lucha por vivir en libertad, tales como la de Espartaco, para liberar a los esclavos en el Imperio Romano, las de la Revolución Francesa, a partir de la Toma de la Bastilla, la guerra que librara Abraham Lincoln durante la guerra de Secesión, la Revolución Socialista Rusa, en 1917, la histórica marcha de Martí­n Luther King, por los derechos civiles, las jornadas de Parí­s en 1968, la de la Revolución Cubana y las jornadas patrióticas, en Guatemala, que culminaron el 20 de Octubre de 1944.

Por no haber libertad y justicia para el pueblo, dijo, es que estarnos aquí­ reunidos, tanto más que por ello prevalece el atraso, la pobreza y la miseria, y la ignorancia en vastos sectores de la población. Situación agravada por la imposición de los poderes oligárquicos mundiales y nacionales, de polí­ticas económicas que explotan a las poblaciones pobres y atrasadas, por medio del eufemí­stico Sistema de Libre Comercio. Y, luego, ante la inminente crisis que amenaza con cobrar la vida de miles y quizás cientos de miles de vidas de niños, hombres y mujeres guatemaltecos, los organizadores del Frente Popular (SDS) exhortamos a todas las organizaciones populares, a estudiantes, obreros, campesinos, a organizaciones de mujeres, mayas, mestizas, garí­funas y xincas, a artistas, intelectuales, profesionales, a lí­deres religiosos, a periodistas, etc., etc. a que se sumen a esta lucha por la libertad, la dignidad, la solidaridad y la justicia expresada en el Manifiesto, que inmediatamente leyó. (Continuará)