Rafael González, director ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, CNOC, asegura que el Estado debe formar parte del ente regidor de la economía. «El libre comercio es un arma de doble filo», asegura.
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La Hora: ¿Cuál es el fundamento de su oposición al libre comercio?
Rafael González: Este sistema se basa en los tratados de libre comercio, que desde ya hace varios años han demostrado ser dañinos para la economía nacional, especialmente para los campesinos.
LH: ¿Qué proponen las organizaciones campesinas?
RG: En una crisis alimentaria, el Estado debe asumir su papel y proteger a los pequeños productores, como sucede en otros países en los que se otorga subsidios y se protege a los nacionales. Es necesario una política de desarrollo rural integral y el Gobierno ya tiene al alcance la nuestra, solo les hace falta la voluntad política.
LH: ¿Considera que el Estado tiene la capacidad y puede proteger a pequeños productores?
RG: En Guatemala tenemos un Estado débil y si se hacen algunos cambios puede llegar a tener la capacidad pero tienen el compromiso de protegerlos, porque durante muchos años ya protegieron a los grandes empresarios.
LH: ¿Cree que el Gobierno va a responder de acuerdo a las necesidades campesinas?
RG: Este Gobierno ya demostró con claridad que su tendencia es empresarial y que no va a responder como lo prometió el presidente en su campaña. A los grupos desprotegidos nos queda hacer presión con los recursos que tenemos a la mano.