Las iglesias asociadas al Consejo Ecuménico Cristiano de Guatemala por medio de un comunicado de prensa expresaron su preocupación por los hechos suscitados en San Juan Sacatepéquez, así como en otras comunidades del país, tal el caso de San Luis Jilotepeque, Jalapa, entre otras, al considerar que «son situaciones que afectan, porque al detonar de nuevo la conflictividad social, se pone en peligro la democracia y la gobernabilidad en nuestro país».
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Los religiosos consideran que la situación de esas poblaciones se ha desbordado debido a que no se ha sabido proceder frente a la alta vulnerabilidad y sensibilidad de la población, ante los proyectos de cementeras y la construcción de hidroeléctricas, según el boletín.
«Lamentablemente estos hechos de violencia y de muertes innecesarias pudieron haberse evitado si se hubiera canalizado el conflicto por medios pacíficos, a través de un diálogo vinculante entre comunidad-empresa-gobierno», expresó el Consejo Ecuménico Cristiano de Guatemala.
La organización hizo un llamado a todos los actores involucrados para retomar el diálogo en busca de alternativas a este conflicto, en el que consideran imperativo que los actores directos demuestren capacidad y voluntad política para crear condiciones objetivas para ese diálogo.
«No ha habido información adecuada a la población, ni respeto a sus derechos humanos, ni a sus formas propias de autoridad y organización. El diálogo no se logra criminalizando la protesta popular y las demandas comunitarias», manifestaron los religiosos.