El Premio Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu afirmó hoy que el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, se convirtió en una «especie de Frankenstein» y pidió una acción rápida de la comunidad internacional para evitar un baño de sangre en ese país.
En declaraciones a la televisión australiana, el obispo anglicano de Ciudad del Cabo abogó por el envío a Zimbabue de una fuerza de mantenimiento de la paz integrada por efectivos africanos y apoyada logísticamente por otros países.
Tutu urgió a tomar medidas para evitar que en Zimbabue se produzca un genocidio como el de Ruanda en 1994 cuando, según datos de la ONU, unas 800.000 personas de la minoría tutsi, así como hutus moderados, fueron exterminados por extremistas hutus.
La masacre de Ruanda «ocurrió pese a todas las advertencias recibidas por la comunidad internacional, que se retuvo, y hoy lamentamos no haber actuado rápidamente», señaló Tutu.
«Espero que esta vez no esperemos hasta que haya muchos más muertos», insistió.
Tutu acusó a Mugabe, un referente de la lucha anticolonial, de haberse convertido en un peso para su pueblo.
«Se convirtió en algo bastante increíble, realmente se transformó en una especie de Frankenstein para su pueblo», dijo Tutu.
El gobierno de Zimbabue decidió llevar a cabo la segunda vuelta de la elección presidencial del próximo viernes, pese a los llamamientos de la ONU para aplazar la consulta y a la decisión del candidato opositor Morgan Tsvangirai de retirar su candidatura.
Tsvangirai denunció que 86 de sus partidarios murieron en las últimas semanas, en una espiral creciente de actos de violencia orquestados por el régimen. Temiendo por su propia seguridad, el líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) se refugió el domingo por la noche en la embajada de Holanda en Harare.
El gobierno zimbabuense rechazó esas denuncias y negó validez legal al retiro de la liza electoral de Tsvangirai, que se había impuesto en la primera vuelta.
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó la violencia en el país africano, y Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia cuestionaron la legitimidad del régimen de Mugabe, de 84 años, en el poder desde 1980.
SIGUE EN PIE
La Comisión Electoral de Zimbabue rechazó el miércoles la retirada del candidato de la oposición, Morgan Tsvangirai, de la segunda vuelta de la elección presidencial prevista para el viernes próximo, e indicó que la misma sigue adelante.
La decisión de las autoridades electorales coincide con las declaraciones que el martes hizo el ministro de Justicia zimbabuense, Patrick Chinamasa, al indicar que Tsvangirai había esperado mucho tiempo para anunciar su retirada, mientras que el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe -28 años en el poder- afirmaba que la cita electoral seguiría su curso.
«Por unanimidad se acordó que la retirada ha sido anunciada fuera de tiempo, y por esa razón, no tendrá ningún efecto o fuerza legal», afirmó el presidente de la Comisión Electoral, George Chiweshe.
«Por consiguiente, la comisión no reconoce esa retirada. Por lo tanto vamos a proceder a la segunda vuelta de la elección presidencial el viernes», añadió.
Chinamasa había dicho que «la elección tendrá lugar el viernes confirme nuestras leyes y la Constitución».
Según Chinamasa «cualquier retirada verbal o escrita es nula» pues Tsvangirai debió haber comunicado su decisión 21 días antes de la primera vuelta, que se celebró el 29 de marzo pasado.
Gran Bretaña retiró al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, su título honorífico de caballero, debido a su «abyecto desprecio» por la democracia, anunció el Foreign Office.
Mugabe había recibido esa condecoración británica en 1994 de manos del entonces primer ministro conservador, John Major.
La reina Isabel II aprobó la anulación de dicha distinción, como le propuso el ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband.
«Esta decisión ha sido adoptada como una señal de repulsa frente a las violaciones a los derechos humanos y el abyecto desprecio del proceso democrático en Zimbabue bajo el régimen del presidente Mugabe», explicó un portavoz del Foreign Office.
En mayo de 1994, el presidente de Zimbabue Robert Mugabe cumplía su primera visita de Estado al Reino Unido desde su llegada al poder en Zimbabue en 1980, tras la declaración de independencia de la ex Rodhesia, que era colonia británica.
Invitado personalmente por la reina Isabel II, Mugabe fue entonces recibido con bombos y platillos y fue alojado en el palacio de Buckingham.