Tal como lo anunciara el director de la Policía, Isabel Mendoza, las fuerzas de seguridad capturaron a más de 40 personas, bajo el mandato del estado de Prevención decretado la noche del domingo, en San Juan Sacatepéquez, sin que se registraran enfrentamientos con la población que ha desafiado la construcción de una planta cementera.
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Entre los detenidos se encuentran seis alcaldes auxiliares de quienes se sospecha participaron en los disturbios.
Las fuerzas combinadas de seguridad sitiaron la aldea Las Trojes y tomaron el control. La aldea se ubica cerca de los terrenos donde se construirá la fábrica de cemento y aunque la calma prevalece, el municipio continúa restringido hasta dentro de 15 días cuando se levante la prohibición para portar armas de fuego, las concentraciones públicas y la circulación de vehículos estará bajo vigilancia.
Piden derogar decreto
Organizaciones sindicales, indígenas y campesinas rechazaron la decisión del presidente ílvaro Colom sobre el estado de Prevención instaurado en San Juan Sacatepéquez, ya que consideran que este tipo de acciones son prácticas de militarización y represión, como respuesta del Estado a la problemática social.
«El precedente que establece el Gobierno de militarizar las áreas de conflicto, por la vía de suspender las garantías constitucionales y lanzar sobre el terreno a sus perros de la guerra, es inaceptable.
El pasado no debe volver, ni la impunidad puede seguir siendo el manto bajo el cual se abrigan todo tipo de atropellos en contra de los derechos e intereses superiores del pueblo», expresaron las organizaciones en un comunicado de prensa. Para estos grupos, el gobierno quiere militarizar el área en beneficio de la familia dueña de la cementera, que es rechazada por los pobladores.
Por ello, pidieron la mediación de la Iglesia Católica para conciliar a las partes, pero exigieron de inmediato el retiro de la tropa.
Comuna reacciona
Ayer por la tarde la corporación municipal de San Juan Sacatepéquez, en conferencia de prensa, informó sobre las amenazas de muerte y hostigamiento que algunos líderes comunitarios y asesores están efectuando en contra de vecinos y la propia autoridad en San Juan Sacatepéquez, según un comunicado.
En el mismo documento se solicita el apoyo del gobierno para que se efectúen procesos serios de investigación contra varios supuestos líderes comunitarios y contra los asesores o autores intelectuales y deducir las responsabilidades penales por el asesinato extrajudicial de un líder comunitario y demás actos delictivos.
La tensión en San Juan Sacatepéquez se ha mantenido en los últimos dos años. La población ha rechazado las operaciones de la fábrica mediante una consulta popular, ha hecho manifestaciones masivas para mostrar su oposición e incluso se atribuye a los mismos grupos que agitan el poblado contra la cementera la explosión de un puente que comunica el centro del municipio con San Antonio Las Trojes, lo cual es considerado como el primer acto terrorista en Guatemala tras la firma de los acuerdos de paz.