El mercado del petróleo está en un «momento crucial» pues la relación entre la oferta, demasiado limitada, y la demanda en constante expansión, se está volviendo insostenible, afirmó el lunes un informe mensual la consultora londinense Center for Global Energy Studies (CGES).
«Con precios cercanos a los 140 dólares el barril y rumores según los cuales esos precios podrían trepar aún más, el mercado del petróleo está en un momento crucial», destacaron los analistas del CGES.
Teniendo en cuenta la buena voluntad de Arabia Saudita que el domingo organizó en Yeda un encuentro entre los principales países productores y consumidores, y anunció una subida de su producción de 200 mil barriles por día (b/d), el CGES destaca que los sauditas no dieron indicaciones precisas sobre la orientación que desearían para los precios, pero el ministro de Finanzas de Kuwait habría mencionado públicamente el precio de 100 dólares el barril.
Un nivel semejante «sería de gran ayuda para la economía mundial en momentos de inflación creciente y mientras sigue el desastre (generado) por las «subprime»» (créditos inmobiliarios de riesgo), estimaron los analistas.
A pesar de las perspectivas de crecimiento empañadas en los últimos meses, la demanda fuera de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) no se ha debilitado en el primer trimestre de 2008 gracias, en especial, al papel protector de las subvenciones.
Del lado de la oferta, en cambio, la producción de los países fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sigue decepcionando a los mercados, subraya el informe.
Para el CGES la alternativa es simple: o la OPEP, el mayor productor mundial de crudo, aumenta de forma importante sus cuotas, o los países consumidores deberán agotar sus stocks.
«Los stocks mundiales de petróleo han bajado por sexto trimestre consecutivo mientras la demanda de oro negro sigue aumentando a un ritmo de 1,3% anual», calculó el CGES.
La consecuente subida de precios no recibió la respuesta esperada, dice la consultora londinense.
«La «mano invisible» de Adam Smith (teoría del fundador del liberalismo económico que considera que la demanda y la oferta se equilibran en un mercado sin trabas) habría hecho bajar la demanda y aumentar la oferta, pero las subvenciones de los grandes países consumidores y la falta de incitación a la inversión a nivel de producción, arruinaron su efecto», afirman irónicamente los analistas.
Sin embargo, el golpe asestado por la escalada de precios del barril de crudo, terminará por llevar a alguna parte: la demanda entre los países de la OCDE se redujo considerablemente desde el último trimestre de 2005, y las subvenciones chinas, segundo consumidor mundial, han sido puestas en tela de julio, destacan los analistas en su informe.