La fiscalía de delitos contra el ambiente del Ministerio Público (MP) asegura que el tráfico con fauna que conforman el listado de especies protegidas del Conap, va en aumento. Petén e Izabal son las regiones donde más se incurre en el delito.
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El delito en el que incurren las personas que transportan y comercian con las distintas especies es tráfico ilegal de flora y fauna; el cual contempla una pena de prisión de cinco a diez años y multa de Q 10 mil a Q 20 mil.
La especie con la que más se ha comercializado ilícitamente este año es la iguana, seguida del loro, pericas y tucanes, según el Consejo Nacional de íreas Protegidas (Conap).
Pesquisas
Noé López, titular de la fiscalía de delitos contra el ambiente calificó de «aberración ambiental» el tráfico con animales en peligro de extinción.
El fiscal explicó que quienes trafican con animales generalmente «les dan de comer masa revuelta con alcohol para que no hagan ningún ruido cuando son detenidos en los puestos de registro que se efectúan en los operativos».
López añadió, en el caso de las iguanas, que estas son ilícitamente vendidas en los mercados y que son «un producto altamente cotizado», el cual es vendido hasta en Q 150 por su carne y piel.
En esta época del año los loros están en reproducción, por lo que las entidades del Estado prevén que podría aumentarse el tráfico de estas aves tanto en la capital como en los departamentos.
Mario Mena, procurador del Departamento Jurídico del Conap, refirió que en dicha entidad existe preocupación por el incremento de casos este año.
Según Mena, en lo que va del año se han abierto cinco procesos penales por el delito de tráfico ilegal de flora y fauna, especialmente en Petén y la capital, y existen varias denuncias más en la entidad ambientalista.
«La Ley de íreas Protegidas es la que regula y castiga a quienes lucren ilegalmente con especies; incluso la tenencia de loros en las residencias particulares es un delito», aseveró el entrevistado.
Caso
El Tribunal Segundo de Sentencia absolvió el viernes último a Balvino Jut Ramos, quien enfrentaba juicio por los delitos de atentado contra el patrimonio nacional y tráfico ilegal de flora y fauna.
Jut Ramos fue detenido el 28 de marzo de 2007 en la aldea Azacualpilla, jurisdicción de Palencia, cuando transportaba en 10 canastos 329 iguanas.
Las iguanas fueron decomisadas por el Conap y liberadas en su hábitat natural, sin embargo, más de una decena ya se encontraban muertas dentro de los canastos en los que eran transportadas.
Aunque la fiscalía pidió al tribunal ocho años de prisión por el primer delito y diez más por el segundo, las pruebas presentadas durante el desarrollo del debate no fueron suficientes para conseguir una sentencia condenatoria.
El MP también abrió proceso contra í‰dgar Leonel Rivas Genis, piloto del autobús en el que se transportaba Jut Ramos, ya que no le solicitó la documentación respectiva para transportar a los reptiles.