Massa se pone al frente


Al término de una carrera soporí­fera, en la que finalmente apenas hizo aparición la temida lluvia, Massa y Raikkonen hicieron el tercer doblete de Ferrari.

El brasileño Felipe Massa (Ferrari) se benefició del problema de escape que sufrió su compañero de equipo, el finlandés Kimi Raikkonen, para ganar ayer en Magny-Cours el Gran Premio de Francia y colocarse en cabeza del Mundial de Fórmula 1.


Raikkonen, ganador en Francia el año pasado, salió en «pole» y rodaba cómodamente en cabeza cuando estalló uno de sus tubos de escape a mitad de la carrera. Un trozo de metal colgaba de su monoplaza sin acabar de soltarse y el finlandés tuvo que rodar más despacio y dejar pasar al brasileño.

Pero siguió adelante y tuvo la suerte porque el coche aguantó hasta el final. Gracias a la brecha que habí­a abierto al comenzar la carrera, completó sin apuros el tercer doblete de Ferrari esta temporada, después de los de Bahrein y Barcelona.

«A veces hay que tener un poco de suerte y hoy la he tenido con el problema de Kimi», confesaba Massa. «Era más rápido que yo al principio, no pensaba poder ganarle y segundo ya era un buen resultado. Primero es obviamente mejor y, por fortuna, Kimi también ha podido terminar la carrera», añadió.

Esta tercera victoria de la temporada, la octava de su carrera, permite a Massa convertirse en el primer brasileño que lidera el Mundial nada menos que desde que lo hiciera Ayrton Senna.

«Sólo estamos a mitad de temporada, quedan 10 carreras, así­ que todo está cien por cien abierto», decí­a el interesado. «Está muy bien liderar el campeonato y espero que dure pero mi sueño no es ser lí­der, mi sueño es ganar este campeonato», aseguró Massa.

Raikkonen estaba bastante decepcionado aunque apreciaba sus ocho puntos después de rozar de nuevo el abandono.

«Creo que, con algunas vueltas más, quizá ni siquiera habrí­amos terminado la carrera», relativizaba. «Así­ que, aunque sea una decepción no ganar, he tenido bastante suerte al acabar y puntuar. Ahora estoy en una posición que me da más confianza en el campeonato».

El italiano Jarno Trulli, tercero detrás de los dos Ferrari, estaba emocionado al dar a Toyota su primer podio desde Australia en 2006 dí­as después de que muriera Ove Andersson, que dirigió la escuderí­a japonesa cuando regresó a la Fórmula 1 en 2002.

«La carrera ha sido muy difí­cil, he tenido que luchar de principio a fin pero, al final, hemos vivido un gran fin de semana. Quiero además dedicar este podio a Ove Andersson, que hizo mucho por Toyota», dijo.

Trulli tuvo que aguantar los asaltos de Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes), que hizo una gran remontada desde su décimo puesto en la parrilla. El finlandés salvó el honor de los McLaren, castigados durante todo el fin de semana.

Kovalainen fue penalizado con cinco puestos por molestar a Mark Webber (Red Bull) en clasificaciones y su compañero Lewis Hamilton, que llegaba con 10 puestos de penalización, fue 10º después de ser sancionado con un paso por boxes por cruzar la «chicane» en un adelantamiento.

La mayor decepción fue para Renault, que luchaba por el podio con Fernando Alonso. Pero el español, que partió en tercer lugar, fue perdiendo puestos hasta terminar octavo, siendo adelantado por su compañero el brasileño Nelsinho Piquet, séptimo, que puntúa por primera vez.