Siguen siendo ví­ctimas de violencia intrafamiliar


El mayor peligro de muerte para la mujer está en su propia casa», a esa conclusión llega la Defensora de Derechos de la Mujer de la PDH, Ana Gladys Ollas Hidalgo.

Gabriel Herrera
lahora@lahora.com.gt

El hogar está siendo el sitio más inseguro pues las féminas siguen recibiendo golpes, intimidación, amenazas y muerte. La Defensorí­a de los Derechos de la Mujer ha logrado recopilar 178 casos, según informe de la PDH.

En otro ángulo, los casos registrados a través del monitoreo de medios escritos es de 155, pero por los incidentes que no aparecen publicados, la cifra en el paí­s podrí­a alcanzar un 25% más, es decir, una cifra superior a 195 agresiones, indicó.

En casos directos y acompañamiento de la PDH, por ejemplo en Baja Verapaz, se han registrado tres ofensas contra mujeres en este semestre, con resultado de muerte violenta. De los casos, dos son los agresores identificados y que se encuentran detenidos, mientras el tercero se puso en fuga, refiere Ollas Hidalgo.

Por medio del relato registrado sobre uno de estos casos, se supo que la ví­ctima habí­a desparecido en Cubulco, municipio bajaverapacense. El esposo realizó la denuncia ante las autoridades y así­ empezó la búsqueda. Ya durante el procedimiento para de investigación se comprobó que paralelamente el conviviente habrí­a dado aviso en el centro de salud que su mujer habí­a muerto de neumoní­a y con lo que sentó la partida de defunción.

Sin embargo, al pasar los dí­as encontraron el cuerpo de la mujer enterrado a 20 metros de su casa; su cuerpo fue seccionado y otras partes de su humanidad no aparecieron. El victimario está detenido, explicó la funcionaria.

Los otros casos ocurrieron en Chiquimula: una mujer fue muerta a golpes de martillo hace un año y medio. También en este caso fue detenido el agresor. Referente al otro proceso en territorio chiquimulteco, una mujer habí­a desparecido y fue localizada ahorcada y con otras señales de violencia y golpes.

En este último suceso, cinco hijos quedaron huérfanos. Ahora los menores están bajo el cuidado de los abuelos, personas de edad avanzada, con más de 75 años y en pobreza extrema. La preocupación es qué les espera a los menores, refiere la defensora de la mujer. En este último caso dicen que el esposo aparentemente llamó a la madre para hacerle entrega de la pensión alimenticia, después de ello ocurrió el desastre, el supuesto responsable esta libre, subrayó Ana Gladys Ollas Hidalgo, de la PDH.

Existen diversos casos a nivel de otros departamentos que están presentando violencia intrafamiliar. En Antigua, Guatemala hay un drama sangriento por ataque con arma blanca. Desafortunadamente, ahora la hija también tuvo que huir porque teme por su vida ya que protegió a su madre a lo largo de la etapa de agresiones que realizó el conviviente de la asesinada, quien está prófugo.

En resumen, la mujer está muriendo por violencia intrafamiliar, a nivel general en el paí­s y en el lugar donde permanecen más tiempo: en su casa.

El agresor común, en algunos casos, es el esposo, conviviente o compañero de vida de la fémina. Las mujeres más vulnerables poseen un bajo nivel educativo y viven en situación de pobreza, y aunque existe una ley contra el feminicidio no detiene a los atacantes, enfatizan los defensores de la vida.