El Ché octogenario


Miles de jóvenes latinoamericanos estaban acampados este viernes en Rosario para celebrar el sábado el 80 aniversario del nacimiento de Ernesto Che Guevara en su ciudad natal, donde se emplazará una monumental escultura del mí­tico guerrillero argentino-cubano.


Hoy se cumplen ocho décadas del nacimiento de Ernesto Guevara, y vuelve a constatarse al luchador latinoamericano como un icono vigente.Los brasileños Rosalí­a Silva y Pablo Oliveira acampan en en Rosario, Argentina, junto a un millar de jóvenes de América Latina esperando la celebración del 80 cumpleaños del finado revolucionario.

Los jóvenes provenientes de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Uruguay y Venezuela, desplegaron sus tiendas en un predio localizado en el centro de Rosario, ciudad portuaria de un millón de habitantes y pincipal polo cerealero del paí­s, localizada 300 km al norte de Buenos Aires.

«El Che es un referente para los jóvenes del continente. Vinimos hasta la ciudad donde nació para conmemorar su lucha por la soberaní­a y la liberación de nuestros pueblos», dijo Julio César Hincapié Betancourth, un colombiano de 39 años que vive desde hace dos en la capital argentina.

Bajo las banderas de diferentes naciones sudamericanas y rodeados de centenares de afiches con la figura del Che, los jóvenes instalaron coloridas carpas en el predio de la ex Sociedad Rural, en pleno centro rosarino.

Para los brasileños Rosalí­a Silva (30) y Pablo Oliveira (38) el Che representa «una visión actual del hombre nuevo, un ejemplo de lucha por un mundo diferente, mejor».

«También nos interesa el legado educativo del Che, su visión humanista», explicaron los jóvenes, que militan en la Red de Educación Ciudadana de Brasil.

El campamento, que reúne a representantes de las juventudes de diferentes movimientos sociales de paí­ses sudamericanos, es una más de las decenas de actividades organizadas en Rosario para celebrar el aniversario del nacimiento del guerrillero, capturado y ejecutado en Bolivia en 1967.

Además de la inauguración de la estatua se realizarán paneles académicos, torneos de ajedrez para niños -uno de los juegos favoritos de Guevara- y un recital en los alrededores del Parque de la Bandera, a orillas del rí­o Paraná.

Guevara nació en 1928 en Rosario casi por casualidad. Su familia viajaba en barco por el rí­o Paraná desde la selvática provincia de Misiones, en el extremo nordeste del paí­s, hacia Buenos Aires, y Ernesto nació durante una parada en esta ciudad.

La escultura del Che, de cuatro metros de altura y tres toneladas de peso, fue hecha de bronce por el artista plástico argentino Andrés Zerneri, quien para reunir el material recogió donaciones de 75.000 llaves y otras piezas pequeñas de unas 15 mil personas de varios paí­ses.

Renace

El Che renace hoy en Latinoamérica como paradigma de valores humanos, por su gran capacidad de desprendimiento, hasta ofrendar su vida en aras del prójimo. En entrevista exclusiva con Prensa Latina, el General de Brigada Harry Antonio Villegas, más conocido por Pombo, aseguró además que la figura de Ernesto Guevara de la Serna llega a miles de jóvenes en todo el continente americano.

El deseo del Che de una sociedad más justa se identifica con las luchas actuales de los pueblos de este continente; su valentí­a y arrojo son ejemplo y empuje, señaló.

Precisó que los indí­genas de varias naciones lo han canonizado bajo el principio de que todo hombre bueno, cuando muere, su espí­ritu hace milagros y en muchos lugares se ha convertido en San Ernesto de la Higuera.

Villegas recordó que tras la caí­da del campo socialista, Europa calificó al Che de profeta, pues preconizó la necesidad de resolver las deficiencias del socialismo que allí­ se construí­a.

Aunque la figura que más ha influido en la juventud con la vida y obra del guerrillero heroico, apuntó Pombo, es Fidel Castro, quien en todas sus valoraciones y análisis lo ubica como un ejemplo a seguir y como alguien que encarnó lo mejor del ser humano.

Al interrogar a Villegas sobre el Che como jefe y como amigo con el que interactuó dí­a a dí­a, lo calificó de hombre afectuoso «porque para ser revolucionario hay que tener una gran capacidad de amar», expresó.

La entrega depende de la sensibilidad del ser humano y son esos valores los que la sociedad cubana se enfrasca en rescatar hoy, aunque no somos solo los revolucionarios quienes hablamos de esa necesidad sino toda la humanidad, sentenció. (Tomado de PrensaLatina)