El mundo actual se rige en su intercambio comercial por el dólar, euro, yen. La mayoría de los países centroamericanos cuentan con una moneda propia; sin embargo, para su intercambio regional adoptaron el peso centroamericano, moneda símbolo que en la práctica no existe y que mantiene paridad con el dólar que es la moneda real en el intercambio de importaciones y exportaciones en Centroamérica.
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Para importar combustibles, fertilizantes, maquinaria y demás bienes de Estados Unidos, Japón o Europa, Centroamérica lo hace convirtiendo sus monedas al dólar, por ello la subida o bajada de esta moneda afecta nuestros costos y precios de exportación y de importación. El comerciante, el industrial, el agro exportador, inclusive el transportista centroamericano, cotiza y vende en dólares; no podemos importar o exportar en monedas propias.
En Guatemala, la banca central ha establecido el sistema diario del valor de compra y venta del dólar, la mayoría de contratos de arrendamiento, de transacciones de bienes y servicios están dolarizados; cualquiera puede tener depósitos y cuentas bancarias en el sistema nacional en dólares, lo que evidencia que, salvo los salarios y prestaciones, nuestra economía se realiza en esa moneda.
Al consultar la información disponible evidencia que la inflación en Centroamérica, aunque nuestras economías sean sumamente parecidas, es diferente. En los últimos doce meses Nicaragua tuvo una inflación del 18.91%, Costa Rica del 10.95%, Guatemala del 9.1%, Honduras del 7.77%, El Salvador del 6% y Panamá del 6%.
Llama la atención que Panamá y El Salvador tienen la más baja inflación de Centroamérica y son las dos economías dolarizadas de la región. ¿Qué nos dice esto? Que al no utilizar una moneda propia, no existe inflación interna, es evidente que llegó el momento de decirle a dios a la burocracia dorada de la banca central; por supuesto, quienes integran la Junta Monetaria derramarán lágrimas de oro y de diamantes al limitar su existencia. ¿Qué es lo que realmente perderemos si Guatemala toma la decisión que El Salvador tomó y dolariza?
Al hacerlo no perderíamos sino ganaríamos, nos evitaríamos las equivocaciones que implican las decisiones que injustificadamente muchas veces ha tomado la Junta Monetaria. El Estado se ahorraría millones en gastos y por supuesto no se produciría el gasto innecesario en acuñar moneda propia, las reservas en divisas no se afectarían sino se incrementarían, cada centavo de ahorro de todos los chapines sería en dólares, los guatemaltecos que remesan y las familias que reciben ya no tendrían que pagar ningún cargo de cambio, depositarían el cheque, el giro o la transferencia en la cuenta bancaria que tuvieran o establezcan en el sistema bancario nacional. Los precios de la canasta básica en la producción nacional serían fácilmente comparados con los de productos importados, evitando los abusos y las mentiras en su comercialización.
En todo caso, la dolarización eliminaría la inflación interna, sinceraría los precios y establecería la verdad de los salarios y honorarios, y sólo eliminaría a algunos burócratas dorados innecesarios.
Interesante sería escuchar las opiniones liberales marroquinianas o musoneanas al respecto, ja… ja? ja?