Pese a que el marcador final refleja lo contrario, Portugal no tuvo un partido nada fácil frente a la República Checa. El conjunto de Luiz Felipe Scolari no pudo sellar la victoria hasta la recta final del partido, cuando una gran triangulación entre Moutinho, Deco y Cristiano Ronaldo concluyó con un gol de la estrella del Manchester United que frenaba la remontada del equipo checo.



Portugal se adelantó con un tempranero gol de Deco a los siete minutos. El jugador del Barcelona recogió un rechace en el interior del área y batió al guardameta Cech. Tan sólo unos minutos después, la República Checa reaccionó con un gran tanto de Sionko, que se coló entre los centrales lusos al saque de un córner para rematar en plancha a la red.
En la segunda mitad, los de Scolari llevaron el peso del partido. Sin embargo, los futbolistas checos no se amilanaron y buscaron con decisión la portería de Ricardo, que salvó a su equipo con algunas intervenciones de mérito. En los últimos minutos, Cristiano Ronaldo sacó a relucir su calidad con un certero remate que ponía el 2-1 en el electrónico, y Quaresma, en los instantes finales, redondeó el triunfo que deja a Portugal como líder del grupo A en solitario a expensas de lo que ocurra en el partido entre Suiza y Turquía.
Arremete contra las aspiraciones turcas
Portugal esperaba la aparición estelar de Cristiano Ronaldo para doblegar a Turquía en el debut en la Eurocopa, pero fue el madridista Pepe el que apareció para tumbar (2-0) a los otomanos, que exhibieron pocos argumentos futbolísticos durante el juego de ayer en el estadio de Ginebra.
Tampoco es que el equipo que dirige el brasileño Luiz Felipe Scolari se exhibiera sobre el terreno, por lo que tuvo que ser un defensa central como Pepe el que ejerciera de «matador» para acabar con a resistencia turca.
Además, el gol llegó en un momento donde ninguno de los dos equipos tenía verdadero control del juego (61″), por lo que podría haberse ido para cualquiera.
La sentencia llegó en el tiempo añadido (93″) a través de Raúl Meireles, que tan sólo llevaba unos minutos en el campo.
El partido empezó con un mayor dominio portugués y con precauciones por parte del equipo de Fatih Terim ante la teórica peligrosidad del tridente formado por Cristiano Ronaldo, Simao Sabrosa y el delantero Nuno Gomes.
Sin embargo, el dominio territorial de Portugal no se tradujo en un peligro serio para la meta defendida por Volkan Demirel.
Las fuerzas se equilibraron en el centro del campo, donde Joao Moutinho y Petit se encontraron con más problemas de los esperados para imponer su ley, lo que hizo que el partido entrase en una fase de igualdad y que ninguno de los equipos llegase al área rival.
Cristiano Ronaldo estuvo cerca de inaugurar el marcador, pero su lanzamiento directo se encontró con el palo en el minuto 37.
Ese fue el momento más importante de una pobre primera parte.
Llegaron los goles. Con más fuerza arrancó la segunda parte. A una caída de Nihat en el área portuguesa (reclamada como penal por los turcos), le siguió un balón al palo de Nuno Gomes en la meta rival.
Superado el minuto 60, Cristiano Ronaldo lo intentaba, mas su calidad no aparecía para rescatar a su equipo. Tuvo que ser Pepe, el que ejerciera de delantero centro para adelantar a Portugal.
El espigado jugador luso se internó en el área y aprovechó un pase del atacante Nuno Gomes para doblegar a una defensa otomana, que poco después vio como el propio Gomes estrellaba el balón en el larguero nuevamente, tras un centro de Cristiano Ronaldo.
La salida del terreno de juego de Nuno Gomes motivó que Cristiano Ronaldo pasase a ser el delantero centro de su equipo, donde logró protagonizar acciones un poco más brillantes que en su anterior demarcación, pero tampoco alcanzó niveles de asombro.
Por su parte, Turquía solo puso verdadero peligro en el arco de Ricardo cuando en la recta final se vio con el agua hasta el cuello y el estratega Fatih Terim decidió incluir dos delanteros más en búsqueda del empate, pero no tuvo fortuna.