El presidente estadounidense George W. Bush dijo hoy tras hablar con la canciller alemana Angela Merkel en Meseberg que «todas las opciones» son posibles si Irán no abandona su programa nuclear.
«Nosotros daremos una oportunidad a la diplomacia», afirmó Bush durante una conferencia de prensa conjunta con Merkel en el castillo de Meseberg, al norte de Berlín, durante su gira de despedida por Europa.
«Todas las opciones están sobre la mesa y mi primera es resolver esto diplomáticamente», agregó.
Merkel afirmó que la presión diplomática sobre Irán «ha producido resultados» y que «las puertas siguen abiertas para Irán», pero que el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad «también debería saber que nuevas sanciones» son posibles.
La gira de Bush por Europa está ampliamente centrada en la cuestión iraní, sin que Teherán dé señales de amedrentarse.
Este mismo miércoles, Ahmadinejad desafió a Bush, al afirmar que el mandatario estadounidense, cuyo mandato concluye en enero próximo, no podrá destruir «ni un solo centímetro de la tierra sagrada de Irán».
«Le digo a Bush (…): su era terminó y con la gracia de Dios usted no podrá dañar ni un solo centímetro de la tierra sagrada de Irán», proclamó el presidente iraní en un discurso en la ciudad de Chahr-Kord (oeste), difundido por la televisión.
Irán sigue, pese a las sanciones internacionales, trabajando un programa de enriquecimiento de uranio, que Occidente teme le sirva para producir la bomba atómica.
Merkel expresó su preferencia «por sanciones en el marco del Consejo de Seguridad» para que China y Rusia tengan vox y voto en el asunto, si Irán no responde a los pedidos de la comunidad internacional.
«Si más países están involucrados, más fuerte puede ser el efecto» sobre Irán, dijo Merkel, al estimar bueno que la comunidad internacional siga unida sobre este tema.
«Esto no excluye medidas europeas», por ejemplo en el sector bancario, agregó.
El alto representante para la diplomacia de la Unión Europea Javier Solana, que viajará «probablemente» el domingo en Teherán, debe presentar de parte de las grandes potencias una nueva oferta de cooperación a cambio de la suspensión del enriquecimiento de uranio.
Por otra parte Bush pronosticó que Estados Unidos y las autoridades iraquíes lograrán llegar a un acuerdo estratégico sobre el mantenimiento de tropas estadounidenses en Irak.
«Creo que lograremos un acuerdo estratégico con Irak. Hay muchos rumores contradictorios de una parte y otra», afirmó Bush.
El gobierno iraquí señaló el 3 de junio que tiene una «visión diferente» de la norteamericana sobre el despliegue de tropas de Estados Unidos en el país después de 2008 y se comprometió a «preservar la soberanía y los intereses» de Irak.
El 31 de diciembre de 2008 expira el mandato de la ONU que legaliza la presencia militar de Estados Unidos en Irak. Ambos países están negociando un nuevo acuerdo.
Asimismo Bush, que dejará el poder en enero próximo, dijo que no se arrepentía de haber ordenado la invasión de Irak, en marzo de 2003.
«No lo lamento para nada. Derrocar a Saddam Hussein hizo al mundo más seguro», afirmó.
«En mi función no se puede volver atrás», agregó.
El presidente de Estados Unidos reconoció que podía haberse «explicado mejor» y podía haber utilizado «otra retórica» en sus intervenciones sobre la guerra de Irak durante su primer mandato.
En una entrevista publicada por el diario británico The Times, el presidente estadounidense ya había reconocido que la retórica empleada para explicar la guerra durante su primer mandato le hizo mostrarse ante el mundo como un «tipo con ganas de ir a la guerra».
Aceptó nuevamente que su vocabulario no fue el más adecuado pero ha defendido su actuación. «Me podía haber explicado mejor, pero la decisión fue la correcta», ha dicho el mandatario. «No lamento haber ido a la guerra en Irak. Sin Sadam Hussein, el mundo es más seguro».
Bush, dijo al diario británico que algunas frases que utilizó en su día como «vamos por ellos» o atraparlos «muertos o vivos» hicieron creer a muchos que «no era un hombre de paz».