Dos nonagenarios hermanados (IV)


En el primer artí­culo expliqué que los dos nonagenarios hermanados son: el inolvidable abogado de los perseguidos por sus luchas a favor de los pueblos y de la justicia social, en lo fí­sico fallecido, pero siempre vivo en nuestros corazones, Ernesto Capuano del Vecchio y Alfonso Bauer Paiz. A continuación escribí­ sobre la personalidad humanista de Neto y nuestra hermandad; en el segundo escrito, por haber arribado yo a los 90 años, suceso que ha motivado a muchas personas e instituciones para colmarme de manifestaciones de solidaridad, inicié un relato de mi vida, el cual continué en el tercer artí­culo, en el que comencé a dar a conocer esas muchas demostraciones de afecto, que me han estimulado vigorosamente las ganas de vivir y de estar en capacidad de devolver, a dichas personas e instituciones, con espí­ritu de agradecimiento, amor fraternal y servicio social algo de lo mucho que les debo moral e ideológicamente.

Alfonso Bauer

Y ahora continúo mi relato:

Al dí­a siguiente, ( 27/4/08) nos brindaron a mí­, a mi esposa y familia un suculento almuerzo, las queridas amigas Otilia Martí­nez, su hija Silvia Salan, y el esposo de ella, Rolando Cabrera, compañeros de exilio en Cuba y México, en compañí­a de otros seres queridos de la época de la Primavera Democrática – economista Norma Cabrera, maestra y periodista Ofelia de Titus, Licda. en Historia, Amparo Santiago, académica Paulina Pineda y economista César Augusto de León Régil.

El 28 de abril, mis queridos hermanos de la Logia Hermes Trimegisto 35, afiliada a la Orden del Gran Oriente Latinoamericano (GOLA), me celebraron mis 90 abriles en una cena, inolvidable.

El 29/4/08, dí­a de mi cumpleaños, el canal 33 de la Usac, proyectó el film Testamento y varias entrevistas que se me han hecho en distintos años, ocasión en la que el colaborador del canal universitario, Javier Corleto, me visitó para entregarme el CD que tomó durante el homenaje que se me tributó el 25 de abril. Y, por la tarde y noche, mi esposa, y sus hijos Julio y Rita Aguilar, y sus hijitas Usa Alejandra y Ximena en compañí­a de nuestros vecinos, familia Ixcot Tomí­n y un grupo de jóvenes de la Asociación H. 1. J.O.S y de la Juventud de la URNG, así­ como mi nieto Miguel íngel Vásquez -quien llegó desde México- mi querida entenada Enriqueta (Queta) Solórzano Carrillo, quien viajó desde Oran, Argelia para estar conmigo este dí­a, trayendo el abra/o de su esposo Alí­ Benamrá y de mis nietas espirituales, Jazmine y Sehí­a. Y también estuvieron acompañándome Uli Stelzner, mi yerno Edgar Hermán y nieto Juan David y nuestra querida amiga Maura Beltrán, en mi hogar, me brindaron un chapiní­simo tamal, con el fondo musical de un alegre mariachi.

El 2 de mayo, en el canal por cable Vea TV, el Lic. Joaquí­n Medina, me entrevistó sobre algunos aspectos de mi vida.

El 1 de mayo en una granja de puerto Quetzal, Alfonso Ordóñez Yaquián, hijo de Alfonso Ordóñez Fetzer y esposa Isabel Cruz, le brindaron a su padre y compañero y colega mí­o, Alfonso Ordóñez Fetzer, un esplendido agasajo por cumplir también sus 90 primaveras y nos reunimos muchas y muchos camaradas de mi tocayo Poncho, habiendo sido también yo felicitado.

El 3 de mayo, en casa de Miguel Morales Santa Cruz fui invitado a un desayuno en compañí­a de viejos amigos: Santiago Santa Cruz, Jorge Fuentes Aqueche, Octavio Aguilar.

Ese mismo dí­a se me brindó un alegre almuerzo campestre en el bosque El Tablón, amenizado por la excelente marimba del Ministerio de Trabajo, y por la alegrí­sima y juvenil comparsa Vitalicia de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Usac, organizado por mi esposa Miriam y sus hijas Ana Miriam y Rita, con la colaboración de mis sobrinas Escobar Sarti (Silvia de Portillo, Marí­a Eugenia, Marí­a del Carmen, Carolina y sus hijas e hijos), el artista del pincel, Erwin Guillermo y Xeny Piedrasanta, -economista Eduardo Velásquez y esposa Patty y Rodolfo Pérez Lara, quien obsequió el whisky, cuya presentación de sus envases constituyó otra demostración de cariño a mi persona, porque las etiquetas de éste fueron fotografí­as mí­as al estilo de Johny Walker o buena ocurrencia de mi compañera Miriam, de poner mi imagen actual y de niño en otras botellas.

Al dí­a de campo concurrieron familias enteras parientes mí­as y de mi esposa y amigos y compañeros. Hicieron uso de la palabra para expresar sus sentimientos de amistad, varios de los invitados: Carolina Escobar Sarti, Malvina Armas de Albeño, su esposo Marco Aurelio. Alfonso Ordóñez Fetzer, Augusto Willemsen y esposa Leonor, Fernando Mollinedo, Mario Roberto Guerra Roldan, Rodolfo Pérez Lara, Ricardo Rosales Román, Eduardo Velásquez y mi esposa Miriam.

El domingo 4 de mayo, se quebró una piñata y se me cantó «Mañanitas Chapinas», de Chepe Monzón, en casa de mi hija Abigail Bauer de Hermán y mi yerno Edgar Hermán su hija y querida nieta mí­a, Vanessa de Ruppert, quien emprendió vuelo desde Canadá : mi nieto Herbert y esposa. Marí­a Nelly Rosales y bisnietos Herbert, Sofí­a y Sebastián; mi nieto Juan David; Queta Solórzano de Benamrá y su hija Nora, quien acompañada de su esposo David Bruer -ambos venidos del extranjero a atender poblaciones desarraigadas, durante el conflicto armado- y sus hijitas Cinthya y Meriel, llegaron desde Canadá y, por supuesto mi esposa Miriam Colón e hijas y nietos Manuel y Francisco José.