La selección checa logró vencer por un gol a cero a los anfitriones suizos, en el partido inaugural de la Eurocopa 2008, la cual se desarrolla en sede doble de Suiza y Austria.
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El anfitrión Suiza inició con su alineación típica. Diego Benaglio fue el encargado de cuidar los tres palos. Patrick Mí¼ller, Ludovic Magnin, Philipe Senderos y Lichtsteiner, fueron los encomendados a detener a los arietes checos. Barnetta, Behrami, Gelson e Inler, estuvieron en el medio campo, mientras que Alexander Frei, acompañado de Marco Streller, intentaron meter peligro en el arco rival.
Por su parte, la República Checa encomendó la portería al experimentado Petr Cech; en la defensa ubicó a Jankuloviski, Ijfalusi, Rozenhnal y Grygera. Con cinco volantes, el técnico quiso mantener el control del medio campo, ubicando a Jarolim, Sionko, Galasek, Plasil y Polak. Sólo, como punta de lanza, jugó el goleador Jan Koller.
Los primeros 15 minutos se desarrollaron con extrema precaución. La República Checa quiso mantener el control del balón, mientras que Suiza, con el apoyo del público, planteaba un juego por las bandas, a fin de levantar constantes centros buscando la cabeza de Frei.
Con el segundo tercio del primer tiempo, las acciones se animaron un poco con un disparo de Valon Behrami, otra de las variantes del equipo suizo, el cual fue atajado por el portero Cech. Con ello, Suiza pujó en los primeros minutos tomando el liderazgo. De hecho, mantuvieron más el control del balón, pese a la saturación de volantes checos.
Y sin mayores contratiempos, concluyó el primer tiempo, en donde Suiza logró realizar unos cinco disparos a la meta de Cech, pero ninguno representó un peligro real, mientras que la República Checa no logró concretar que tuvo mayor posesión de balón (54%), pero sólo logró disparar una vez a la meta de Benaglio.
Segundo tiempo
La selección Suiza, ante la presión de ser locales, sentían la necesidad de obtener una victoria. Por tal razón, al medio tiempo hicieron ingresar a Hakan Yakin, el volante creativo. Sin embargo, sacrificó al goleador Alexander Frei, ya que éste tuvo que salir lesionado de gravedad. De esa forma, Suiza pasó a tener un volante más, sacrificando al delantero.
Pese al poder creativo de Yakin, Suiza no mejoró en su juego. La selección anfitriona empezó a perder la sensatez, y fruto de ello Ludovic Magnin recibió una tarjeta amarilla por comportamiento antideportivo. Algunos minutos después, también pintarían de amarillo al suizo Johan Vonlanthen, por la misma razón.
Por su parte, la República Checa, más relajada de presión, continuó haciendo su juego. Al minuto 60, el técnico realiza una sustitución táctica, introduciendo a Vaclav Sverkos en lugar de Jan Koller. Sverkos no tiene la fuerza de Koller, pero tiene un mejor dominio del balón.
La sustitución le valió a los checos, ya que Sverkos tomó un balón en el punto de penal, y con un tiro razante a la derecha del portero, venció la resistencia de Benaglio.
El técnico suizo no tardó en reaccionar, y sacó al defensa Stephan Lichtsteiner, e hizo ingresar a Johan Vonlanthen, un delantero, para intentar cubrir el vacío que dejó la lesión de Frei. Ante la necesidad de anotar, Suiza hizo ingresar a Eren Derdiyok, otro delantero, a cambio del volante de marca Valon Behrami, a siete minutos del final de encuentro.
En los últimos cinco minutos, los checos cerraron filas, al sustituir al volante David Jarolim, y hacer ingresar al defensa Radoslav Kovac, para guardar la victoria. De esa cuenta, los checos mostraron que tienen oficio futbolístico, y, pese al empuje suizo, lograron agenciarse con los tres puntos. De esa cuenta, los checos logran pasar un trago amargo al vencer a los anfitriones, y esperan lo que portugueses y turcos puedan hacer hoy por la tarde.