El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, declaró la guerra a las trampas y al fraude en las apuestas deportivas durante los Juegos de Pekín al presentar hoy en Atenas un dispositivo de vigilancia en el que participará la Interpol.
«Hemos firmado un acuerdo con las principales compañías (de apuestas), diría con las que trabajan de buena fe», anunció el presidente del COI en rueda de prensa.
«Contamos con ellas para alertarnos sobre cualquier movimiento anormal en las apuestas. Es de su incumbencia trabajar con nosotros y de nuestro interés trabajar con ellas», señaló Rogge.
El presidente del COI, que ofreció su rueda de prensa al término de tres días de reunión de la comisión ejecutiva del Comité, agregó que la unidad especialmente creada en ocasión de los JO de Pekín colaborará estrechamente con la Interpol para prevenir cualquier actividad «sospechosa» e informar a las federaciones concernidas.
«Si se descubre cualquier cosa sospechosa, habrá una comisión disciplinaria que interrogará a los (presuntos autores) e informará a la comisión ejecutiva, que decidirá qué hacer», explicó.
Las apuestas deportivas, especialmente en Internet, han proliferado a un ritmo vertiginoso en los últimos años, con cerca de 15 mil páginas web en el mundo, de las cuales 13 mil son ilegales, que mueven en conjunto unos 15 mil millones de euros anuales.
Sus detractores señalan que estos sitios atraen no sólo el apetito de tramposos potenciales, sino que además fomentan la corrupción y el lavado de dinero.
Por otro lado, Rogge anunció en Atenas que el COI revisará el principio de la carrera de relevos de la llama olímpica tras los incidentes que enturbiaron este año su paso por diferentes países.
«No somos ni ciegos ni ingenuos», declaró Rogge.
«Los manifestantes han utilizado la antorcha y, desgraciadamente, estas manifestaciones han sido violentas (…), vamos a tenerlo en cuenta en la apreciación final de los Juegos de Pekín», agregó.
El presidente del COI insistió en «la importancia simbólica de la antorcha», y agregó que este tema iba a «ser examinado de manera objetiva».
El relevo de la llama estuvo fuertemente perturbado, sobre todo en Londres, París y San Francisco, donde los manifestantes protibetanos protestaron contra la represión china en Tíbet.