Reconocen a pueblo indí­gena ainu


Una danza tradicional de la cultura ainu, la cual fue reconocida por el Gobierno central de Japón.

El parlamento japonés reconoció hoy la existencia de los ainu, un pueblo indí­gena milenario, cuyos 70 mil miembros se encuentran entre los habitantes más pobres del archipiélago.


La resolución, aprobada por unanimidad, afirma por primera vez que los ainus «son un pueblo indí­gena con su propia lengua, religión y cultura».

Aprobado con el respaldo de los diputados del partido en el poder y los de la oposición, el texto pide al gobierno que tome medidas «inmediatas» para ayudar a los ainus.

Pese a su carácter principalmente simbólico, este reconocimiento deberí­a desembocar en ayudas en materia de educación y empleo. Sólo el 17% de los ainus obtienen diplomas universitarios, es decir, dos veces menos que la media nacional.

«Si nuestro paí­s quiere liderar la comunidad internacional, es crucial que todos los pueblos indí­genas puedan conservar su honor y su dignidad y puedan transmitir su cultura y su orgullo a generaciones futuras», subrayó la resolución.

El portavoz del gobierno, Nobutaka Machimura, declaró que el ejecutivo respetará la decisión del parlamento, sin anunciar por el momento medidas concretas de apoyo a los ainus.

Este reconocimiento se produce poco antes de la cumbre de paí­ses del G8, que Japón organiza del 7 al 9 de julio en la isla de Hokkaido (norte), donde vive la mayor parte de los 70 mil ainus del paí­s.

No obstante, esta cifra no es del todo fiable, puesto que algunos descendientes de los ainus esconden su origen por temor a ser discriminados, según las asociaciones que defienden los derechos de este pueblo.

Pueblo animista que vive tradicionalmente de la caza y la pesca, los ainus se vieron obligados a renunciar a sus tierras, lengua y modo de vida por la «ley sobre los antiguos aborí­genes de Hokkaido», adoptada en 1899 en Tokio.

Abolida en 1997, esta ley fue reemplazada por otra que llamaba a proteger las tradiciones ainus pero que sin embargo no reconocí­a a este pueblo como indí­gena.

Las fuentes históricas sobre su origen son escasas, pero se estima que los primeros ainus llegaron al archipiélago nipón varios miles de años antes de nuestra era, procedentes de Siberia.

Las batallas entre japoneses y ainus son narradas en el «Kojiki», una obra del siglo VIII después de JC que recoge los orí­genes mitológicos de la lí­nea imperial nipona.

Los estudios genéticos establecieron que los ainus, de piel más clara que los japoneses y ojos occidentales, tienen orí­genes comunes con los tibetanos así­ como con pueblos indí­genas de Siberia y Mongolia.

No obstante los ainus actuales han abandonado muchas de sus costumbres ancestrales y su lengua está en ví­as de desaparecer.