El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, convocó hoy de urgencia a su partido luego del fallo del Tribunal Constitucional contra el uso del velo islámico en las universidades, un revés para la formación en el poder, amenazada de proscripción por actividades antilaicas.
Erdogan anuló programas en Estambul y volverá a Ankara para presidir a las seis de la mañana (hora de Guatemala) una sesión extraordinaria de los dirigentes de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en el poder).
También anuló un viaje a Suiza para asistir al primer partido de Turquía contra Portugal mañana para el Euro-2008 de fútbol.
El Tribunal Constitucional se pronunció ayer contra el uso del velo islámico en el campus universitario, una enmienda a la ley fundamental llevada a cabo por el AKP, considerando que el mismo es contrario a los principios constitucionales.
Los observadores opinan que este veredicto podría anunciar la proscripción del AKP.
Esta polémica enmienda figura en el primer lugar de una lista elaborada en un recurso del fiscal de la Corte de Casación afirmando que el AKP está islamizando la sociedad turca y debe ser disuelto.
Por otra parte, el procurador exige la prohibición de actividades políticas para 71 miembros del AKP, un partido creado a partir de las cenizas de organizaciones pro islamistas proscriptas, incluyendo a Erdogan y al jefe del Estado, Abdullah Gí¼l, quien fuera uno de los principales dirigentes del AKP.
Una parte de la prensa consideraba hoy que este veredicto «anunció el fin» del AKP, que en los próximos meses deberá hacer frente a una disolución.
Durante su reunión, los dirigentes del AKP deberán discutir su respuesta al veredicto de la justicia y algunos de ellos podrían sugerir la convocatoria a elecciones legislativas anticipadas, especuló la prensa.
El AKP, que llegó al poder en 2002, obtuvo una gran victoria en las últimas elecciones legislativas de julio de 2007, con 47% de los votos.
Aunque inmediatamente después de su victoria el primer ministro quiso tranquilizar a un sector importante de la población, que temía una rápida islamización del país, su partido realizó el cambio constitucional gracias a su gran mayoría parlamentaria, ante la indignación de los laicos.
El AKP se defendió afirmando que la prohibición del velo islámico era contraria a la libertad de conciencia y al derecho a la educación.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional ya se había pronunciado en dos oportunidades anteriores contra el uso del velo en las universidades. La prohibición había sido mantenida por el Consejo de Estado turco y la Corte Europea de Derechos Humanos.
Las fuerzas laicas, comenzando por el ejército, los jueces y las universidades, se oponían a esta revisión, pues temían que provocase la legalización del velo en las administraciones, los colegios y liceos, donde sigue prohibido. También temían un fortalecimiento de las presiones sociales y religiosas sobre las mujeres para que llevasen el velo.
El ejército se congratuló por este fallo.
El jefe de estado mayor, el general Yasar Bí¼yí¼kanit, exhortó a respetar esta decisión, mientras que el comandante de la aviación, el general Aydogan Babaoglu, declaró que «ningún otro veredicto hubiera sido normal».