Primera gira de Medvedev


El nuevo presidente ruso Dimitri Medvedev visita hoy Alemania, en su primer viaje a Europa desde que asumió sus funciones, lo que permitirá a la canciller alemana Angela Merkel calibrar las intenciones polí­ticas de un hombre que ha permanecido hasta ahora a la sombra de Vladimir Putin.


La canciller alemana Angela Merkel recibió a Medvedev con honores militares, antes de las reuniones previstas con el presidente Horst Koehler y con importantes empresarios.

El mandatario ruso también pronunciará un importante discurso de polí­tica exterior antes de regresar a su paí­s, hoy al anochecer.

Una fuente del Kremlin dijo que Medvedev quiere encontrar un terreno común con Alemania en cuestiones delicadas como la expansión de la OTAN a las fronteras rusas, el estatuto de Kosovo y el programa nuclear iraní­.

«A la luz de las crecientes tendencias negativas en las cuestiones internacionales, un diálogo franco entre Rusia y Alemania es muy útil y continuará en un amplio espectro de temas», indicó esta fuente.

«Los intereses comunes de los dos paí­ses son muy superiores a sus diferencias. La naturaleza única de la relación ruso-germana es la capacidad de encontrar un compromiso y superar los problemas que surgen», agregó.

Entre Merkel, que creció en Alemania oriental comunista y habla perfectamente el ruso, y el predecesor de Medvedev, Vladimir Putin, un ex agente del KGB en Dresde, se produjeron fricciones debido a las abiertas crí­ticas de la canciller alemana a las supuestas violaciones de los derechos humanos en Rusia y al creciente autoritarismo.

El portavoz del gobierno alemán, Ulrich Wilhelm, dijo que Merkel será igualmente directa con el nuevo presidente, pero que se siente alentada por las pocas declaraciones iniciales de Medvedev, como sus planes para llevar adelante una reforma judicial.

«Nosotros discutiremos intensamente, tal como hicimos con su predecesor, el presidente Putin, lo que aumentará las posibilidades que ambos vemos para impulsar estos problemas hacia una solución», señaló.

«Por otra parte, tenemos una cooperación intensa y creciente en materia económica, no sólo en el sector de la energí­a, sino también varias áreas más, que queremos continuar desarrollando», añadió.

Las autoridades alemanas, que quieren averiguar si Medvedev adopta una posición más moderada, desean expandir el comercio con esta nación rica en gas y petróleo, asegurándose el suministro energético, que constituye el 70% de sus importaciones de Rusia.

En 2007, las importaciones rusas de petróleo y de gas costaron a Alemania aproximadamente 20 mil millones de euros (31 mil millones de dólares), según datos oficiales difundidos ayer, la parte del león en una cifra total de importaciones estimada en 28 mil 800 millones de euros.

Las exportaciones alemanas fueron algo inferiores, de 28 mil 200 millones de euros, correspondiendo mayoritariamente a máquinas herramientas, automóviles, equipos para vehí­culos y productos quí­micos.

Las exportaciones alemanas a Rusia aumentaron 20,6% el año pasado, en comparación con 2006, y el comercio entre las dos potencias continuó expandiéndose este año.