Eslovenia suspendió ayer el funcionamiento de su única central nuclear tras detectar un escape de líquido refrigerante, aunque el gobierno insistió hoy en que el incidente no provocó ninguna amenaza radiactiva.
El ministro esloveno del Interior, Dragutin Mate, aseguró hoy que el incidente que tuvo lugar ayer en la única central nuclear de su país «no plantea ningún problema» y que «todo va bien», luego de la alerta activada por la Unión Europea (UE).
«La información que tengo es que no ha pasado nada problemático y que el medio ambiente no está contaminado. Todo va bien, la situación es estable», dijo Mate, cuyo país preside la UE, al llegar a una reunión con sus homólogos europeos en Luxemburgo.
El responsable esloveno subrayó que el reactor de la central había sido detenido anoche por «razones preventivas».
En la misma sintonía, la ministra italiana de Medio Ambiente, Stefania Prestigiacomo, también estimó que no había «ningún riesgo» y que la situación estaba «aclarada».
«Hemos aclarado todo. No hay ningún riesgo para el medio ambiente, ha habido demasiado alarmismo», declaró Prestigiacomo.
Sin embargo, el ministro esloveno de Medio Ambiente, Janez Podobnik, admitió que la agencia nuclear de su país utilizó un formulario equivocado para advertir a sus vecinos acerca del incidente nuclear en la planta atómica.
«La agencia de seguridad nuclear ya pidió disculpas. Se utilizó el formulario equivocado. Se utilizó el formulario con la mención «ejercicio». Fue un error, un auténtico error humano», afirmó Podobnik, también presente en Luxemburgo para una reunión de ministros europeos de Medio Ambiente.
Según Podobnik, «el error fue detectado en pocos minutos y de inmediato se envió el formulario correcto», aunque su homólogo austríaco, Josef Prí¶ll, no ocultó el enojo de su país por las problemas de comunicación sobre el incidente.
Mientras tanto, personal de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), el organismo de control nuclear de la ONU, llegó hoy a Eslovenia.
Hoy, la misión eslovena ante la AIEA en Viena indicó que Eslovenia no solicitó una inspección de expertos de esta agencia de la central nuclear eslovena.
La UE lanzó una alerta especial de radiación por primera vez desde que se instaló este sistema, luego de la catástrofe ocurrida en el reactor soviético de Chernobil en 1986, informando a los 27 Estados miembros.
A su vez, el Centro de Incidentes y Emergencias de la AIEA advirtió de inmediato a los países vecinos: Austria, Croacia, Hungría e Italia.
La AIEA fue alertada por la Administración de Seguridad Nuclear de Eslovenia (SNSA) acerca de un «hecho inhabitual» en la central eléctrica nuclear de Krsko, a 120 km al este de Liubliana, indicó el organismo internacional anoche en un comunicado.
Pero la SNSA aseguró que «no había escapes radiactivos», agrega la nota.
El incidente se sitúa «en el menor de los cuatro niveles de alerta definidos por la SNSA», prosigue.
Las autoridades eslovenas indicaron que los operadores de la central detectaron un problema en el sistema de refrigeración a las siete de la mañana de ayer (hora de Guatemala) y que «decidieron cerrarlo manualmente».
«La SBSA dijo que el escape de material refrigerante fue detectado a tiempo y que no hubo escapes radiactivos ni ningún impacto externo», subraya el comunicado de la AIEA.
La central nuclear de Krsko (sudoeste de Eslovenia), explotada conjuntamente por Eslovenia y Croacia, fue construida por el consorcio norteamericano-japonés Westinghouse y entró en servicio en 1983.
Tras un mes de trabajos de mantenimiento, volvió a funcionar plenamente en noviembre pasado, produciendo el 20% de la electricidad utilizada en Eslovenia y el 15% de la utilizada en Croacia.
El sistema europeo de información de urgencia sobre la radiactividad, ECURIE, activado anoche tras un incidente en la única central nuclear de Eslovenia, es utilizado regularmente en la UE, pero es la primera vez que la Comisión Europea informa al público.
«Es la primera vez que se hace un comunicado sobre un incidente de esta índole», indicó hoy Ferran Tarradellas, portavoz del Ejecutivo europeo para las cuestiones de energía, quien explicó, además, que Bruselas desea «más transparencia en materia nuclear».
«Los ciudadanos tienen derecho a ser informados cuando hay un incidente nuclear, como cuando hay un incidente en cualquier complejo industrial», afirmó.
ECURIE fue creado a fines de 1987. Europa había aprendido la lección de la catástrofe de Chernobil (en la ex Unión Soviética) un año antes, estimando que «en caso de una situación de emergencia radiológica (…) la Comisión debe recibir rápidamente todas las informaciones útiles, presentadas de acuerdo a una forma convenida», según el texto adoptado en ese época.
ECURIE permite intercambiar informaciones cuando se produce «cualquier tipo de incidente nuclear», según Ferran Tarradellas: desde escapes radiactivos a incidentes en equipos radiactivos en hospitales, hasta un accidente en una central.
Si los Estados miembro toman medidas de protección después de un incidente deben advertir a la Comisión y a los otros países de la UE potencialmente afectados, con detalles precisos sobre el hecho, su causa, sus efectos previsibles y las acciones emprendidas.
A continuación deben comunicar, con intervalos regulares, las tasas de radiactividad en los productos alimenticios, los alimentos para el ganado, el agua potable y el medio ambiente.
Bruselas transmite esas informaciones a las autoridades competentes de todos los Estados miembros.
El sistema cubre, por fuera de la UE, a Suiza, pero Croacia, que explota conjuntamente la central eslovena y espera entrar en la UE de aquí a 2010, no forma parte.
ECURIE es utilizado con regularidad: dos veces en 2005 y 2006, y ya tres veces desde comienzos de 2008, según Ferran Tarradellas.
La precedente activación data del 21 de mayo, cuando dos hombres fueron detenidos en Suecia con rastros de explosivos frente a una central nuclear, suscitando temores de un sabotaje. La Comisión no alertó al público.
¿Por qué decidió hacerlo con este incidente, repertoriado por la agencia eslovena de seguridad nuclear como un «acontecimiento desacostumbrado», es decir el más bajo de los cuatro niveles de alerta? La Comisión ha sido «factual» y sólo podía juzgar acerca de la gravedad de un accidente «a posteriori», según su portavoz.