Recuerdo agradable en el Diario la Hora


Jorge Mario Diéguez Pilón, Cédula A 1, 103260

Conocí­a las publicaciones de El Liberal Progresista, El Imparcial, Nuestro Diario. En cuanto al diario La Hora, empecé a conocerlo, por una visita a sus oficinas en la 14 calle, entre 4 y 5 avenidas, en el año 1948. Llegué con don Clemente Marroquí­n Rojas, a plantearle dudas legales sobre un trabajo a mi cargo, como auditor fiscal. Su amabilidad y gentileza me sorprendieron por la categorí­a de personaje con quien conversaba. Vale decir que amplió mis conocimientos y se manifestó de acuerdo con mis puntos de vista. De esa fecha hasta hace algunos años atrás, dejé de leer La Hora, por cambios de residencia, y dificultad en encontrar sus ejemplares. Leí­a también Impacto y La Hora dominical, ya desaparecidos. Un mi querido nieto me sugirió adquirir una laptop para entretenerme y a veces escribir algunas tonterí­as. He aquí­ al frente de la poderosa invención, enterándome en lo posible de lo que ocurre en el mundo, y en nuestro terruño. Lo que en realidad quiero resaltar es la admirable función educadora, para los que se dedican a esta labor tan delicada como peligrosa como es el periodismo, que desarrolló el gran don Clemente y que sus descendientes, en diferentes empresas continúan su ejercicio en forma responsable y dedicada. Por último, sin menospreciar a los otros, La Hora para mí­ es la publicación, en Internet, que tiene la mejor diagramación e información abundante del mundo y de Guatemala. Atentamente.