El Tribunal Constitucional de Turquía se reúne mañana para examinar la autorización del velo en la universidad y su veredicto podría ser crucial para el partido islamista-conservador AKP, en el poder en este país musulmán de sistema laico.
Los once magistrados deben estudiar una petición de la oposición laica para anular una revisión de la Constitución adoptada en febrero pasado por la Asamblea Nacional, que liberaliza el uso del velo islámico en las universidades.
Esta polémica revisión constituye uno de los principales argumentos de otra acción judicial que pide la proscripción del Partido de la Justicia y del Desarrollo (AKP, en el poder) por actividades antilaicas.
Se ignora si el fallo sobre la cuestión del velo será emitido mañana, pero los veredictos suelen anunciarse poco después de las deliberaciones.
Los jueces pueden rechazar el recurso de la oposición, considerando que el mismo no constituye una violación de la Constitución, o juzgar que la reforma, tal como está planteada, no es suficiente para autorizar la presencia de mujeres con velo islámico en los campus universitario, según los observadores.
«Aunque el tribunal decida no anular la revisión, en su argumentación detallada puede subrayar su laicismo y considerar que el velo contradice ese principio», dijo el profesor de Derecho Hikmet Sami Tí¼rk.
«Eso significaría que el velo no será permitido» en la universidad, destacó este experto en la Constitución y ex ministro de Justicia.
Esta reforma, que dividió a la sociedad turca, fue lanzada por el AKP, un partido surgido del movimiento islámico que está en el poder desde 2002. El AKP sostiene que la prohibición del velo contradice la libertad de conciencia y al derecho a la educación.
La prohibición del velo fue decidida en 1999 por el Tribunal Constitucional, cuyas normas se inscriben de inmediato en la Constitución del país.
La reforma de la Constitución generó protestas y preocupación de una parte de la sociedad por lo que considera una islamización creciente de la sociedad desde que el AKP del primer ministro Recep Tayyip Erdogan llegó al poder. La esposa y las dos hijas del jefe de gobierno llevan el velo islámico.
Esta revisión también provocó el caos en la enseñanza superior.
Muchas universidades mantuvieron la prohibición del velo, por considerar que el Parlamento debía adoptar una reglamentación detallando la vestimenta autorizada y excluyendo los símbolos más ostentatorios de un islam radical, como el chador o la burqa.
Los partidarios del laicismo (el ejército, la magistratura y la administración universitaria) consideran que el uso del velo es un desafío al régimen laico de Turquía. La población de este país es mayoritariamente musulmana, y según los laicos, cada vez más mujeres llevan el velo para mostrar su religiosidad o bajo la presión de las corrientes fundamentalistas.